Desde chirivías hasta puerros, el consumo de este tipo de productos es cada vez mayor. Los restaurantes se apresuran por introducir en sus platos las microverduras, no sólo por una razón estética, sino como guarnición por su sabor más intenso, pero también los grandes supermercados se decantan por introducirlos en sus catálogos. Germinarte, que en 2014 logró introducir sus comestibles en una cadena de supermercados, cuenta hoy con clientes de lujo como los restaurantes incluidos en la Guía Michelín, como son Azurmendi o Arzac. Además, las microverduras de Germinarte han traspasado fronteras, ya que la empresa ha empezado a exportar sus pequeños productos a Francia.
Pero no siempre el consumo de microverduras ha gozado de un extenso auge. El establecimiento de estos comestibles en la cocina española se ha resistido durante años, mientras que en el resto de Europa es más frecuente encontrarlos en restaurantes o supermercados. «La introducción de un producto innovador en los platos cuesta años, pero poco a poco se está normalizando en la sociedad», argumenta López. No obstante, López asegura que la llegada de programas televisivos dedicados a la alta cocina ha hecho que, cada vez más, el público se interese por ello y tenga una mayor cultura gastronómica.
