El Hospital de la Ribera ha estado asesorando en las últimas semanas a especialistas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid en el uso de la braquiterapia de alta tasa de dosis para abordar el cáncer de próstata.Una delegación del centro madrileño, compuesta por 2 médicos especialistas en radioterapia y un radiofísico, se trasladó a principios de noviembre hasta el Hospital de Alzira para asistir a una sesión de braquiterapia de alta tasa de dosis en un paciente con cáncer de próstata. Posteriormente, un facultativo del hospital de Alzira ofreció asesoramiento presencial en el primer tratamiento con esta técnica que ha realizado el Hospital Ramón y Cajal.

«La braquiterapia de alta tasa de dosis es una avanzada técnica de radioterapia con resultados equiparables a los de la cirugía, pero con mayores ventajas. Así, el paciente se beneficia de su corta duración, en torno a los 30 minutos, y de que se realiza de forma ambulatoria, por lo que puede volver a su casa el mismo día en el que se realiza el procedimiento, tras permanecer un breve periodo de tiempo en observación», explicó el propio centro alcireño.

Desde la incorporación de esta técnica para el abordaje del cáncer de próstata, en mayo de 2015, 238 pacientes del Hospital de la Ribera se han beneficiado ya de ella, bien como complemento de la radioterapia externa en tumores de riesgo intermedio o alto, con la finalidad de incrementar la dosis de radiación al tumor y proteger mejor los tejidos y órganos sanos próximos a la próstata, bien como tratamiento exclusivo en tumores de bajo riesgo.

El centro alcireño subrayó que para poder realizar esta técnica, «el paciente es sometido a una anestesia general o a una raquianestesia, según el caso, y, mediante una ecografía de alta resolución, se le colocan unos tubos flexibles dentro de la próstata a través del perineo».

«Una vez insertados en el seno de la próstata, y en el mismo quirófano», prosiguieron, «se realiza el cálculo de la dosis de radiación que debe recibir el paciente y se procede a aplicársela. El hecho de que el cálculo de la dosis se realice en el mismo momento de llevar a cabo el procedimiento, favorece la fiabilidad a la hora de eliminar el tumor».

Terminado el procedimiento, se retiran los tubos al paciente, quien permanece en observación durante, aproximadamente, una hora, periodo tras el cual puede regresar a su casa. Además de en casos de cáncer de próstata, el hospital aplica esta técnica en otros tipos de tumores como los de cabeza, cuello o mama.