El Inter de Cullera y Alzira logró su primer punto tras su vuelta a la División de Honor B del rugby español. Lo que se pudo ver en la primera mitad del encuentro entre el Inter y el CN Poble Nou confirma lo que ya es más que una evidencia, la progresión a positivo por parte de los hombres que entrenan Beltrán y Chornet.

La salida en tromba de los de la Ribera permitió avanzarse en el marcador ya en el minuto uno de juego con una rápida jugada por el ala derecha. Marcos Hidalgo conseguía plantar el balón en la línea de ensayo, una marca que no pudo ser transformada en el chut adicional a palos. Por su parte, los visitantes, en el primer golpe del que dispusieron, eligieron un lanzamiento a palos que fue transformado por Igor Martínez, que apretaba el marcador en un 5 a 3.

De nuevo, los locales mostrando una excelente colocación en el terreno de juego y, dominando bien todas las facetas, desde las melés a los «rucks», apretaron para volver a avanzarse en el marcador, de nuevo obra de Hidalgo, esta vez sí transformada por el capitán Eduard Calatayud, quién, además, antes de llegar al descanso conseguía incrementar la puntuación local con dos golpes de castigo más.

Los visitantes apretaron en el tramo final de la primera mitad y en la última jugada conseguían un ensayo. Sin duda, los mejores 40 minutos del campeonato para los ribereños. Pero en la reanudación iban a cambiar las cosas. Los visitantes fueron los que salieron en tromba, consiguiendo acortar diferencias gracias a un ensayo de Guillem Sardá a mediados de la segunda parte. Un ensayo que, con la transformación del golpe posterior a cargo de Ricard Palomar, ajustaba el marcador en un 18 a 15 a falta de tan solo 25 minutos para acabar el encuentro.

Ahí se vivió una situación insólita. El miedo a perder, cuando todo parecía ganado, hizo que los locales comenzaran a jugar nerviosos, con prisas. Quizás también se pagó el esfuerzo de la primera mitad y los hombres de refresco de los visitantes dieron un mayor empuje, consiguiendo dominar en todas las fases del juego, en especial en las melés y en las «touches».

Dos expulsiones sin sentido en el tramo final del partido perjudicaron claramente al Inter. Con una muy buena presión visitante, alguna ayuda innecesaria y el bajón físico de los locales, a tan solo 15 minutos del final los del Poble Nou hicieron un nuevo ensayo sin transformación que dejaba el partido en un 18 a 20 que ya no se pudo remontar.

Este sábado se inicia la segunda vuelta recibiendo al filial de la Santboiana, uno de los equipos clásicos del rugby nacional y «ante el que se ha de intentar dar la campanada. Con este partido se ha de iniciar el punto de inflexión de esta campaña en la que la mejora que se ha experimentado en los últimos encuentros ha de empezar a dar ya sus frutos», según el cuerpo técnico.