El informe que el sector agrario de Alzira entregó el jueves al subdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, José Vicente Herrera, al trasladarle su preocupación por el crecimiento «exponencial» de la población de jabalíes, revela en base a datos de la propia conselleria un aumento de las capturas del 94 % en diez años y del 130 % si se amplía el balance a quince años. De las 7.701 piezas abatidas en la provincia de València en la campaña 2005/06 se pasó a 14.109 en la 2015/16 y el incremento es muy similar en el conjunto autonómico al pasar de 13.547 a 26.279.

El presidente de l'Associació de Caçadors d'Alzira, José Antonio Ferrer, acotó las cifras en el ámbito local al exponer que el registro de piezas analizadas en el laboratorio de referencia del club eleva a 1.008 los jabalíes capturados entre los años 2009 y 2016. La cifra, llamativa por sí sola, no recoge todas las piezas abatidas ya que los cazadores pueden recurrir a cualquier otra farmacia o laboratorio para comprobar que el jabalí se puede consumir, pero sí apunta la magnitud del problema. El vicepresidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Bernardo Ferrer, señaló que, en el caso de la Ribera, los datos que reflejan que se han duplicado las capturas en una década se quedan incluso cortos ya que, según subraya, la sequía y los incendios registrados en el entorno han provocado una gran concentración en las montañas del término en el que «encuentan el hábitat perfecto».

Los propios cazadores que el jueves acompañaron a Ferrer a la reunión del sector agrario con el subdelegado del Gobierno celebrada en la sede de Alzicoop confirman que «hay más jabalíes que nunca». «Hay muchísimos más que cualquier otro año», subraya Paco Rodríguez de la Fuente, un aficionado que tiene puestos de espera en la Barraca, mientras detalla que «antes tenías que esperar hasta las once o las doce de la noche para que entraran y ahora te pueden entrar a las cinco de la tarde». «Antes nacía una cría al año, pero el otro día me entró una piara de jabalíes que tendrían un par de meses con 25 y las hembras ya en celo otra vez», señaló.

El presidente de la sociedad aprovechó la reunión para reivindicar de nuevo la necesidad de que se autorice la realización de esperas controladas en el paraje de la Murta, un espacio protegido que los cazadores consideran un auténtico santuario para los jabalíes al servirles de refugio seguro.

Los aficionados expusieron que la falta de actividad cinegética en la Murta y también en la Casella, ya que el coto caducó en 2015 y el ayuntamiento no lo ha vuelto a licitar, lo que en la práctica se traduce en que no se ejerce esta práctica deportiva, son dos de los factores que han propiciado la proliferación de jabalíes que está causando daños en los campos del término de Alzira y también accidentes de tráfico. Con todo, no son los únicos factores. Los agricultores argumentaron que los recientes incendios en montañas de municipios próximos han provocado un desplazamiento de la población a zonas en las que tienen más facilidad para encontrar alimento y que también el hecho de que los inviernos sean cada vez más templados está facilitando la reproducción de la fauna.

Rodríguez de la Fuente señaló que los cazadores no disparan a las crías ni a las hembras que consideran puedan estar embarazadas y que están entregando las piezas abatidas, una vez analizadas, para la alimentación de familias con pocos recursos.