La diversidad faunística de La Murta se ha visto incrementada con el paso del tiempo, gracias a la regeneración vegetal, la mayor cobertura arbórea y la prohibición de la caza. De las diferentes especies que comparten el territorio, la de mayor interés corresponde a las aves. Destaca la nidificación contrastada del búho real en la zona, junto con el cernícalo vulgar y el busardo ratonero. También están el herrerillo capuchino, la abubilla y la perdiz común. A esta lista, se ha sumado el águila perdicera, que se ha dejado ver en las últimas semanas por el paraje e incluso fuera de él, sobrevolando algunas poblaciones como Carcaixent o Cullera.
Se trata de un tipo de rapaz asociada a los ambientes mediterráneos que está incluida en la categoría «En peligro» del Libro Rojo de las aves de España y aparece como «Vulnerable» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Un hecho que pone en valor la importancia de La Murta como espacio idóneo para la regeneración biológica. «Tenemos algún nido identificado y la conselleria lleva el control. Esto demuestra que el paraje reúne unas condiciones que hacen que la adaptación del águila sea mucho más fácil. Es muy positivo que tengamos cada vez mayor diversidad en La Murta», explicó ayer uno de los técnicos medioambientales de Alzira.
Los territorios de reproducción de esta especie se localizan en sierras, relieves alomados o llanuras, siempre y cuando existan cortados rocosos de dimensiones variables para criar, aunque algunas parejas sitúan sus nidos sobre árboles (alcornoques, pinos y eucaliptos) o torretas eléctricas, especialmente en el sur y el oeste. Además, suelen estar ligadas todo el año a su área de cría, pese a que en zonas con menor disponibilidad de alimento pueden desplazarse algunas decenas de kilómetros. Su alimentación se basa en mamíferos y aves de tamaño medio, y también, aunque en menor medida, en reptiles.
Los vecinos que han alertado de su avistamiento destacaron que se trata de un ejemplar joven con un vuelo muy característico.
