El Partido Popular de Turís da marcha atrás. Las declaraciones del exconcejal de Compromís Gabriel Hervàs a este periódico han provocado que los populares vayan a presentar en el próximo pleno municipal una moción que pretende anular y dejar sin efecto el acuerdo plenario del 21 de diciembre por el que se aprobaba la dedicación exclusiva y la subida de sueldo hasta los 20.000 euros anuales de Hervàs a cambio del apoyo de éste a la oposición al presupuesto presentado por el equipo de gobierno. Sin embargo, el PP considera que las motivaciones del edil no fueron «serias» porque en Levante-EMV Hervàs declaró que se oponía a las cuentas de sus socios de gobierno «por cojonudo», que la situación era «anecdótica» y coyuntural y que su intención era la de seguir apoyando la gestión del ejecutivo que en la actualidad dirige Eugenio Fortaña.
La situación del consistorio turisano es muy singular. Los socios de gobierno del PSPV-PSOE son dos ediles expulsados de sus respectivos partidos: Gabriel Hervàs por Compromís e Ismael Corell por Ciudadanos. Ambos fiueron apartados de militancia por pactar el gobierno en contra de las líneas seguidas por sus formaciones políticas. Hervàs admitió a este periódico la pasada semana que su decisión era fruto de la negativa de sus socios a equiparar su sueldo hasta niveles parecidos a los del alcalde y el teniente alcalde, cifra cercana a los 20.000 euros anuales y con una dedicación exclusiva. Frente a ello, Hervàs presentó una moción de urgencia en la que se recogía su propuesta y los populares votaron a favor, logrando así su incremento. «Me hicieron una promesa pero como ocurre con las palabras, se la llevó el viento. Mi intención era equiparar las retribuciones de los tres primeros pero su respuesta fue que no lo veían lógico. El problema es que ellos sí que se lo han subido. Al final, decidí refutar los presupuestos por cojonudo, pese a que están bien enfocados y pueden ser muy positivos para la población. Tampoco les costaba mucho a ellos apoyar mi decisión», aseguró Gabriel Hervás.
La contestación del alcalde no tardó en llegar. Fortaña explicó que la decisión del exedil de Compromís les había dejado perplejo y calificó el acto como «mercenarismo político». De hecho, su intención era la de quitarle todas las competencias que tenía.
«No es un juego de niños»
Sin embargo, el golpe de mano lo dio ayer el PP. Desde el primer momento, los populares manifestaron que la fórmula no era la que más les convencía y por ello se opusieron a «pactos puntuales con subidas de sueldo de por medio». Sin embargo, en un primer instante lo consideraron necesario. Ayer cambiaron de opinión. «Con esta forma de proceder, Gabriel Hervàs demuestra a las claras que su único objetivo era aumentar su retribución mensual, dejando de lado la renegociación de unos presupuestos que no incluyen todos los proyectos prioritarios que nuestra población necesita para cubrir sus necesidades más perentorias», afirmó el PP en un comunicado. «Lo que en su momento se entendió como una oportunidad para reconducir unos presupuestos mal planteados y una excelente ocasión para contrarrestar la deficiente gestión de la corporación municipal, hoy se demuestra que fue un error por la nula confianza que otorga Hervàs con su manera de actuar. La política no es un juego de niños», añadió.
