La comarca es, cada año que pasa, menos dependiente del uso de los antibióticos. Según informó ayer el Hospital de la Ribera, el departamento de salud comarcal ha reducido en más de cinco puntos su consumo de antibióticos desde el año 2003. Así, se ha pasado de consumir 27,19 dosis de antibióticos por cada 1.000 habitantes y día, a 22,11 dosis.

Según apuntó el director médico del Departamento de Salud, el doctor Vicente Palop, «nuestro país, como otros países del sur de Europa, se ha caracterizado siempre por un elevado uso de antibióticos y, paralelamente, con una alta tasa de resistencias bacterianas».

Cabe destacar, en este sentido, que el aumento de las resistencias bacterianas generado por un uso incorrecto de los antibióticos se está convirtiendo en «una seria amenaza para la salud pública, al reducir la eficacia de este tipo de medicamentos, indispensables para combatir determinadas enfermedades de carácter infeccioso», añadió Palop.

«Por ese motivo, es necesario realizar una labor continuada de concienciación, tanto de los profesionales sanitarios como de los usuarios, para realizar un uso prudente de este tipo de medicamentos», destacó el director médico del departamento ribereño.

Según recordó ayer el centro hospitalario alcireño, el Departamento de Salud de La Ribera comunica, periódicamente, a pacientes y profesionales, información sobre el uso de los antibióticos, a través de la difusión de hojas informativas con recomendaciones y consejos.

Concretamente, las recomendaciones dirigidas a pacientes se centran en recordar que los antibióticos solo son útiles frente a enfermedades causadas por bacterias y que, por tanto, no son efectivos en caso de catarro, gripe, dolor de garganta y otras enfermedades infecciosas producidas por virus. Asimismo, en dichas informaciones se hace hincapié en que los pacientes no deben automedicarse y, en caso de que su médico les prescriba un tratamiento antibiótico, no deben abandonarlo nunca antes del tiempo establecido, «aunque desaparezca la fiebre o mejoren otros síntomas», puntualizó.

Además, el hospital de Alzira también realiza habitualmente recomendaciones dirigidas al personal sanitario. «Se recuerda que, antes de prescribir un tratamiento antibiótico, el profesional debe tomar una serie de medidas como: confirmar la existencia de la infección y localizarla, conocer las resistencias bacterianas del área geográfica y determinar la necesidad o no de prescribir un tratamiento antibiótico. Asimismo, se recomienda administrar el antibiótico en las dosis correctas para el tipo y localización de la infección diagnosticada y ajustar la duración del tratamiento a ésta, así como informar al paciente sobre su proceso infeccioso y el tratamiento prescrito y controlar su cumplimiento», indicó.

Todas estas acciones se enmarcan en el Plan de Uso Racional del Medicamento del hospital.