El Ayuntamiento de Alzira celebró el martes en la Casa Castilla-La Mancha, junto al parque l'Alquenència, la primera asamblea de participación ciudadana del año, en la que los vecinos trasladaron al gobierno municipal sus propuestas, quejas y preguntas.
La reunión estuvo marcada por las múltiples protestas por el intenso tráfico existente en todo el núcleo urbano, principalmente en vías como la avenida del Parc, lo que algunos vecinos calificaron como la transformación de Alzira en una «ciudad-rally».
La concejal de Movilidad, Sara Garés, respondió que se intensificaría el control del tráfico y apostó de nuevo por el modelo de ciudad 30, que limitará la velocidad en toda la ciudad. «Nuestro proyecto para el 2018 es establecer la velocidad 30 en todo el núcleo urbano», explicó la concejala.
Por otra parte, la limpieza de la orina de los perros fue otro de los temas alrededor del cual giraron las exposiciones de los vecinos, quienes se quejaron de la falta de saneamiento de las fachadas y puertas perjudicadas, así como de la necesidad de mejorar la convivencia entre animales y vecinos en los parques de la localidad.
El gobierno alcireño recordó que está prohíbido utilizar azufre en las paredes para paliar el problema animal y abogó por la labor educativa del ayuntamiento.
«Estamos trabajando con una brigada de choque para limpiar las fachadas de las casas y estamos en contacto con la protectora Lacua para mejorar el espacio destinado a los animales en el parque de l'Alquenència», expuso el concejal de Servicios Públicos y Gestión Urbanística, Fernando Pascual.
La accesibilidad de diferentes calles o la mejora de la señalización vial fueron otras de de las propuestas realizadas por los vecinos que el equipo de gobierno resolvió a los asistentes.
