La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, de 32 y 53 años, ambos de nacionalidad rumana, tras cometer varios delitos de robo con fuerza en establecimientos hosteleros, tres de ellos ocurridos en Beneixida, Carcaixent y Massalavés, además de otras localidades como la Font de la Figuera, Soller, El Palmar y el Saler. Estas personas accedían al recinto comercial rompiendo las puertas o ventanas y una vez dentro, golpeaban de forma violenta las máquinas recreativas y expendedoras de tabaco para sustraer todo lo que hubiera en su interior.

Los agentes tuvieron conocimiento de los hechos que se venían produciendo desde el pasado mes de septiembre, donde los autores actuaban utilizando el mismo modus operandi. Por todo ello, en el marco del plan de mejora de la seguridad en el comercio, se inició la operación «Eraser» por parte de los componentes de la Guardia Civil de Xàtiva, con el objetivo de poder localizar, identificar y detener a los supuestos delincuentes. Fruto de las intensas gestiones, además de los dispositivos realizados por parte de las fuerzas del orden encargadas del caso, se ha podido dar con los dos varones de 32 y 53 años de nacionalidad rumana, como presuntos autores de 7 delitos de robo con fuerza en establecimientos comerciales y por pertenencia a organización criminal.

Material requisado

En el momento de la detención, los agentes consiguieron recuperar una bolsa que escondida en el interior del vehículo, que contenía el botín obtenido en su última actuación, de más de 700 euros en monedas de uno. También se intervino un vehículo y diversos objetos empleados por los autores para perpetrar los robos así como para mantener la impunidad, como son: herramientas, guantes, pasamontañas, segundas ropas, linternas, walkie talckies y bolsas de lona para introducir el botín.

Uno de los arrestados aprovechaba sus salidas del centro penintenciario de Picassent para cometer los robos. Realizaban vigilancias previas del lugar donde iban a cometer los hechos, que solían efectuar entre las 02,00 y las 04,00 de la madrugada, y mientras uno de ellos forzaba las ventanas y las puertas, el otro observaba que no fueran sorprendidos.