El Consell Escolar Municipal de Algemesí creará una comisión de trabajo con el objetivo principal de corregir el desequilibrio en la matriculación de alumnos con necesidades educativas especiales, que actualmente se concentran de forma mayoritaria en los centros públicos de la ciudad. La sesión, de carácter constitutivo, no contemplaba en el orden del día el problema de la segregación, pero con la resolución del Síndic de Greuges a la queja formulada por la Asociación de Padres y Madres del colegio Ribalta todavía fresca -se produjo en diciembre, como ya adelantó Levante-EMV-, el reparto de los alumnos que precisan de apoyo acabó aflorando tras la oportuna explicación del inspector sobre la conformación de la nueva comisión de escolarización.
El representante de la AMPA del instituto Bernat Guinovart, Isidre Pegenaute, lanzó la propuesta de crear esta comisión con el objetivo de avanzar los trabajos de la comisión de escolarización y, especialmente, corregir el desequilibrio en la matriculación de los alumnos con necesidades de apoyo educativo, lo que dio lugar a un animado debate.
La concejal de Educación, Fina Machí, confirmó ayer que, si bien el debate se produjo fuera del orden del día, nadie puso objeciones a que se pueda constituir esa comisión, por lo que la misma se creará, anunció, si bien se mostró prudente por el escaso período que lleva al frente del área y por tratarse de un asunto muy complejo. La edil defendió que la voluntad municipal de dar una solución a este problema es firme, recordó que en el proceso de matriculación del presente curso ya se dio un primer paso con la evaluación de alumnos por parte del departamento de Servicios Sociales y que de cara al próximo curso se pretende seguir avanzando.
El debate en el seno del Consell Escolar, no obstante, dio lugar a intervenciones de representantes de asociaciones de padres que abogaban por cumplir la recomendación del Síndic de Greuges para corregir el desequilibrio actual, mientras que los representantes de la administración educativa argumentaban que son las familias las que deciden en qué centros escolarizan a sus hijos y que, debido a la escasez de recursos, los profesores de apoyo suelen asignarse a los centros públicos. Un representante de un centro concertado defendió que, en su caso, se había escolarizado a todos los alumnos con necesidades educativas especiales que le fueron asignados el año pasado. El STEPV planteó que se mantuviera la reserva de plazas para estos alumnos durante todo el año.
El debate sobre el reparto de alumnos que precisan de apoyo lo abrió hace un par de años la asociación de padres del Ribalta que, al ver que el ayuntamiento no atendía una petición inicial, optó por elevar una queja al Síndic de Greuges en la que denunciaba el «grave desequilibrio» en la distribución de este tipo de alumnos. Cabe recordar que tres de los cinco colegios públicos de Algemesí están ya declarados Centros de Acción Educativa Singular (CAES) al reunir en sus aulas más de un 30 % de alumnos con necesidades educativas especiales, mientras que los padres del Ribalta alertaban del riesgo de convertir los colegios públicos en guetos si se mantenía la práctica de asignar a la escuela pública niños que precisan apoyo por tratarse de población extranjera o por proceder de zonas castellanohalantes y no conocer el valenciano.
