Una discusión por el precio de las copas en un bar de Turís el pasado domingo acabó a tiros cuando un cliente conflictivo del establecimiento regresó armado con una carabina del calibre 22 y trató de acabar con la vida del dueño del local y de otro cliente que minutos antes lo había sacado a patadas tras mediar en el conflicto con el propietario.

La Guardia Civil ya ha arrestado al sospechoso, de 34 años y vecino de Alborache, tras incautarle el arma de fuego con la que efectuó dos disparos, acusado de un delito de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas. Además se le imputa también un delito contra la salud pública ya que los agentes hallaron en su vivienda una plantación ilegal de marihuana.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo en un bar de la avenida Blasco Ibáñez de Turís. Al parecer, el ahora arrestado mantuvo una acalorada discusión con otro cliente del local y con el dueño por el precio de las copas, y estos lo tiraron del establecimiento.

No obstante, al poco rato volvió a pedir disculpas por el altercado y volvieron a echarlo del mismo. Fue entonces cuando regresó armado con una carabina y desde el exterior realizó dos disparos contra las personas con las que había discutido previamente.

Todo indica que el sospechoso tenía la intención de acabar con sus vidas ya que efectuó los tiros a la altura de la cabeza, según ha podido saber Levante-EMV, aunque por suerte éstos impactaron contra el marco metálico de la puerta. Las personas que había en el interior del bar tuvieron que ponerse a salvo detrás de la barra y en los aseos del local.

La Guardia Civil de Chiva y el Equipo de Policía Judicial de Riba-roja del Túria, en colaboración con la Policía Local de Turís, iniciaron la «Operación Caliber». Fruto de las pesquisas identificaron a un hombre, de 34 años y nacionalidad española, como presunto autor de los hechos. Este carecía de licencia y los permisos necesarios para la tenencia y uso de armas de fuego reglamentadas, según indicaron fuentes del Instituto Armado.

Tras un registro en la casa del sospechoso, ubicada en la localidad de Alborache, los agentes hallaron numerosas cajas de munición para armas largas de caza. De igual modo, en un paraje conocido como «El Bobalar» el detenido escondía en un zulo el arma de fuego utilizada en el bar, una carabina del calibre 22, y el cargador de la misma.

Los investigadores también desmantelaron una plantación «indoor» de marihuana que ocupaba varias de las habitaciones del inmueble, perfectamente preparado, contando con sistemas de refrigeración y ventilación, lámparas caloríficas, acumuladores, así como diferentes materiales y efectos utilizados para el cultivo y elaboración de la droga.