El debate político alcireño alcanzó ayer su cota más elevada, concretamente la de la copa de un árbol. Mientras el tripartito ha iniciado la plantación de más de doscientas moreras en la avenida de la Ribera, conocida popularmente como la «Ruta del Colesterol», para dotar de sombra a sus usuarios; el Partido Popular, por su parte, no dudó a la hora de cargar las tintas contra el gobierno local al considerar como «actuaciones peligrosas, un despilfarro y mala gestión» la intervención realizada en el carril bici.

Según informó el propio equipo de gobierno, durante esta semana se acabarán de plantar 240 moreras sin frutos a lo largo del trazada de la popular ruta, por la que circulan centenares de personas cada día. El objetivo no es otro que el de «dar más valor estético» al lugar, aunque su funcionalidad también será la de aportar sombra a dicho espacio, «hecho que supondrá poder reducir sensiblemente la temperatura en los meses de más calor», alegaron fuentes municipales. De hecho, el transitado trazado, a cielo abierto, ha carecido siempre de cualquier tipo de protección contra las horas más intensas de sol. Tanto el edil de Medio Ambiente, Pep Carreres, como el alcalde, Diego Gómez, recordaron que la plantación se enmarca dentro de los proyectos de arbolado y de anillo verde que, a su vez, se engloban en un «cambio de modelo de ciudad».

La medida no ha gustado en casa de los populares, que calificaron de «despilfarro y mala gestión» la plantación de árboles. La formación recordó críticas pasadas por el fallido proyecto de desdoblamiento de la avenida de la Ribera que «el tripartito local derogó» por lo que « en la actualidad, los viandantes se ven obligados a circular por un carril bici, con el peligro que conlleva, así mismo, mucha gente transita por los caminos rurales adyacentes aumentando aún más el peligro de accidente».

Según manifestaron, la plantación de estos árboles «animará a transitar por el camino rural ya que dirige la sombra hacia él y quita espacio del carril bici» y, por este motivo, tildaron el proyecto de una «ocurrencia poco técnica». Tras ello, no dudaron a la hora de solicitar que se recupere el proyecto abandonado ya que, además, «solucionaba los temas de inundaciones en la confluencia de los barrancos Estret, Vilella y Casella».