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Sesenta años surcando el Xúquer

El Ayuntamiento de Algemesí galardona al Scooter Club de Piragüismo tras seis décadas remando a contracorriente

Sesenta años surcando el Xúquer

En la ciudad de Domènec Gamieta, de Bernat Guinovart, de Mossén Curçà, de Joan Bautista Cabanilles, de la Beata Josefa Naval y de la Festa de la Mare de Déu ha logrado colarse entre los ilustres el Scooter Club de Algemesí, una asociación que no es lo que parece. Su nombre bien podría ser el de una agrupación de motociclismo, pero en este caso, el verdadero motor de esta comunidad ribereña es el piragüismo. Tampoco tiene pilotos, más bien palistas. Nació en 1958 con el objetivo de aglutinar a un buen número de aficionados al mundo de las dos ruedas y terminó cambiando la gasolina por el agua.

El ánima de esta comunidad fue Enric Lloret Boscà, un hombre atrevido, dinámico, emprendedor y con unas capacidades para persuadir y dirigir innatas. Durante los primeros años estuvo como presidente el médico Joaquín Carpi Ferragut y alrededor de su figura se juntaron una decena de vecinos con ganas de convertir aquel grupo en algo grande. Tuvo una buena aceptación entre la gente joven, tanto que en poco tiempo pasó a tener más de 450 miembros. A raíz de ello, se organizaron competiciones, excursiones e incluso carreras que puntuaban para el campeonato de España, donde participaron los mejores corredores de la época, entre ellos el valenciano Francisco González, diez veces campeón nacional.

El salto al agua

Con el paso del tiempo, la inquietud de Lloret fue más allá del motociclismo y pasaron a hacerse cargo de la organización de la «Setmana Esportiva». Un punto de inflexión que con la aparición del Seat 600 terminó de impulsar la idea de introducir la práctica de una nueva modalidad que le otorgara al Xúquer un gran protagonismo. Así nació el Scooter Club de Piragüisme, aunque con una connotación especial y es que en las primeras pruebas en las que participó, se utilizaron patines para surcar por el agua por falta de experiencia. Tras disputar algunos certámenes se creó «La Davallada del Xúquer», un recorrido desde Sumacàrcer hasta Cullera en tres días de carrera que pasaba por localidades como Antella, Gavarda, Alberic y Fortaleny.

A partir de 1963, el torneo fue adquiriendo prestigio gracias al apoyo de las autoridades hasta convertirse en uno de los referentes del país. El primer ganador fue Vicent Tortajada, más conocido como Paneta, del Scooter Club, y desde entonces, se fueron añadiendo una larga nómina de ganadores. Al final, la bajada del nivel del agua se fue acrecentando al mismo ritmo que subían los costes para poder organizar la prueba, pero no se dejó de creer. Buscaron alternativas y la prueba se ha venido celebrando hasta hoy. Argumento que unido a su sesenta aniversario, es más que suficiente para situar al club en lo más alto de Algemesí.

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