La comarca ribereña contó con cerca de cuarenta vecinos que pasaron por los campos de exterminio nazis durante la II Guerra Mundial. Habitantes de Alzira, Carcaixent, Turís, Sueca, Cullera o Alberic. Casi una veintena de localidades que vincularon su nombre a una de las mayores catástrofes políticas vividas en la historia de la humanidad. El instituto de Secundaria de Turís ve la necesidad de recordarlo cada año, a propósito de la celebración del Día Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto. Lo ha introducido con varios planes en la educación que se imparte, con el objetivo de luchar contra formas de totalitarismos que produjeron millones de muertes en la década de los treinta y cuarenta del siglo pasado y también en un intento de concienciar al alumnado sobre la importancia de protección de las personas refugiadas, también en la actualidad.

Además de los planes de estudio, el centro ha configurado una especie de mausoleo en el que se recuerda a las víctimas. El viernes, los alumnos y alumnas participaron en un encendido simbólico de una llama que recuerda a las víctimas. El memorial, este año, reproduce la manera en que los nazis identificaban con un sistema de marcaje a los diferentes prisioneros, basándose, principalmente, en triángulos invertidos de diferentes colores. Los triángulos estaban hechos de tela y se cosían sobre las chaquetas y camisas de los prisioneros. Estas marcas eran obligatorias y tenían significados concretos que servían para distinguir las razones por las cuales el prisionero había sido ingresado en el campo: presos comunes, homosexuales, testigos de Jehová, mujeres asociales, gitanos, enfermos mentales, judíos y presos políticos.

El IES de Turís ya ha realizado varias jornadas, seminarios y exposiciones en anteriores ediciones, conjuntamente con el Cefire y la Concejalía de Cultura y de Educación del ayuntamiento local. El primer fin de semana de mayo y organizado por la Amical de Mauthausen algunos alumnos y profesores, con miembros de la corporación municipal, visitarán el campo de Mauthausen en Austria, recordando también la figura de Vicente Vidrier, hijo de Turís y víctima en el campo.