los sabores de Georgia, Cuba, ecuador, Colombia, Polonia, Marruecos o Rumania se adueñaron ayer del almuerzo por la paz que organizó el colegio público Bosch Marín de Carlet. A propósito de día internacional por la paz se reunieron centenares de personas en una comida en la que los alumnos y alumnas pudieron conocer la cultura gastronómica de multitud de países. El centro organiza el almuerzo desde hace once años, enseñando a los estudiantes la riqueza de la diversidad. Tampoco faltó a la cita la «coca de segí» de Carlet, que el ayuntamiento de Maria Josep Ortega está promocionando. Se cantaron canciones y se soltaron palomas, símbolos de la paz.