La presencia de intrusos en el monasterio de Santa Maria d'Aigües Vives ha movilizado de forma repetida en los últimos meses a las fuerzas de seguridad. Este viejo convento agustino fundado en el siglo XVI que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) carece de actividad desde hace más de dos años -el concurso de acreedores en el que entró la empresa que gestionaba la sala de banquetes derivó en el cierre del establecimiento, que también había sido utilizado como hotel-, lo que ha facilitado algunos robos. La falta de mantenimiento ha derivado además en una progresivo deterioro de este bien patrimonial. Más de 250 personas han firmado en apenas 48 horas una solicitud dirigida tanto a la Generalitat Valenciana como al Gobierno central para que adquieran este inmueble y frenen su abandono.

La iniciativa la impulsó el domingo por la tarde el exconcejal alcireño Carles Aranda en nombre del colectivo local de Demòcrates Valencians en la plataforma «change.org» y ha obtenido una notable respuesta ya que ha sido suscrita en apenas 48 horas por 260 personas. Aranda detalló que el objetivo último de esta petición es que la Administración adquiera este edificio que forma parte del patrimonio histórico de la Ribera para, en un primer momento, frenar su deterioro y poder acometer después su restauración. Aranda valoró como «una lástima» la situación en que se encuentra el edificio y señaló que sería de una buena oportunidad si el monasterio acaba en manos de algún banco como consecuencia del concurso de acreedores.

Preocupación por el edificio

El exconcejal de Compromís y promotor de la agrupación local de Demòcrates Valencians señaló que se trata de una iniciativa que llevaba tiempo en la cabeza, especialmente tras conocer por los medios de comunicación los intentos de robo y expolio que sufrió el edificio a finales del año pasado, y que decidió lanzar a esta plataforma de internet el domingo tras pasar de forma casual junto al edificio. El contador de la plataforma registraba en la tarde de ayer, apenas 48 horas después, un total de 260 apoyos, así como sucesivos comentarios a favor la protección y recuperación de este patrimonio histórico.

Sobre la posibilidad de que Demòcrates Valencians presente candidatura en las próximas municipales de Alzira, Carles Aranda reiteró que la voluntad es concurrir a las elecciones, aunque admitió que la iniciativa tiene sus dificultades.