El servicio especializado dirigido a familias con menores en situación de riesgo o con medidas jurídicas de protección atendió en el último año de forma directa o indirecta a 420 niños o adolescentes de 250 familias, lo que representa un ligero aumento respecto del año anterior, en que este servicio que ofrece la Mancomunitat de la Ribera Alta en los 26 municipios que están adheridos trabajó con 413 niños. El 80 % de los casos en los que intervino el personal del Seafi corresponde a menores en situación de riesgo, 204 familias en total, mientras que el resto (52 familias) son menores para los que la autoridad judicial ha dictado medidas de protección. Los técnicos consideran que un menor se encuentra en situación de riesgo cuando en su entorno se dan algunas condiciones que impiden el adecuado desarrollo de sus necesidades, ya sean de carácter fisiológico (alimentación, asistencia sanitaria, ropa, higiene personal...), de seguridad o de formación, entre otras.

El Seafi computa en 2017 un total de 256 intervenciones familiares, si bien hay seis casos en que se reabrió el expediente cuando ya se había cerrado, de las que un 62,11 % se arrastran de años anteriores, mientras que en el último ejercicio se iniciaron un total de 97 nuevas intervenciones, un 37,89 %, según los datos que recoge la memoria anual de actividad.

El equipo de profesionales que conforma este servicio especializado en la atención a la familia y la infancia cerró en este período 114 expedientes, lo que supone un 44,5 % del total de casos atendidos. Más de la mitad de esos casos cerrados, 63 en total (55,2 %), se resolvió con un pronóstico favorable, es decir, cuando se consigue revertir la situación de riesgo en que se encontraba el menor, mientras que cinco intervenciones (7,35 %) se cerraron con pronóstico desfavorable al no observar los técnicos ningún progreso durante el período máximo de intervención y que la problemática que había dado lugar a la misma se mantiene o incluso empeora. También hubo cinco familias que rehusaron el apoyo que les ofrecía el Seafi mientras que en otros 18 casos el profesional optó por cerrar el expediente debido a la falta de implicación al no acudir los interesados de forma repetida a las citas. También se dan casos en que se da por finalizado el servicio debido al traslado de la familia a un nuevo municipio.

Un equipo interdisciplinar

Los técnicos del Seafi, un equipo interdisciplinar, señalan que los datos de la memoria constatan que se mantiene el número de intervenciones -se tocó techo en 2014 con 264 familias y en los años sucesivos no ha bajado de 250- si bien advierten que lo realmente importante en su trabajo no es tanto el número de casos como la complejidad de las intervenciones realizadas. En este punto, señalan que existe una necesidad cada vez más explícita por parte de la conselleria de evitar medidas de protección de menores utilizando las residencias, por lo que se requiere de una intervención «mucho más intensa» en el entorno natural del menor para mantenerlo en la medida de lo posible en el ámbito familiar, «lo que implica una mayor inversión de tiempo y esfuerzo en el trabajo familiar». El Seafi trabajó en 2017 en 12 casos de reunifación.

Este servicio mancomunado trabaja de forma coordinada con catorce equipos de Servicios Sociales, pero también con centros escolares, el área de salud y los juzgados al considerarlos agentes prioritarios en la detección de menores en situación de riesgo.