Ahmed se alojó la noche del miércoles en casa de un amigo. Su mujer y sus tres hijos se trasladaron a Alginet para dormir en la vivienda de un familiar. Un incendio había destrozado por la mañana gran parte de su piso, ubicado en un bloque del barrio de la Sagrada Familia de Alzira, dejando inhabitable el resto de la vivienda, y la familia El Ouardi tuvo que buscar entre su entorno más próximo un techo.
Ahmed se emocionó ayer al regresar a la vivienda. Las lágrimas afloraron a sus ojos cuando, mientras revisaba los daños sufridos en la casa, se encontró con el carro ortopédico que le sirve de apoyo a su hijo mayor, de 7 años, para comer o jugar. Tiene una discapacidad que le impide caminar. Este andador, aparcado en el comedor, ha salido aparentemente indemne de un incendio que, por contra, arrasó la habitación de los niños. «Lo hemos perdido todo, no tenemos ni muebles, ni ropa...», se lamentaba Ahmed, si bien aún se mostraba agradecido de que sus hijos pequeños, uno de tres años y una niña de tan sólo cinco meses, hubieran salido ilesos del incendio. «Ellos son lo primero, la casa se puede arreglar poco a poco», comentó, si bien no ocultaba su preocupación por el incierto futuro mientras eso sucede.
La familia tiene asegurada la casa aunque, al parecer, sólo el continente, y ayer realizó las primeras gestiones en busca de ayuda. El departamento municipal de Servicios Sociales le ofreció una asignación inicial para cubrir las necesidades más perentorias -ropa para los niños principalmente- si bien Ahmed busca una vivienda que le permita reagrupar a su familia y que sus hijos puedan recuperar la normalidad en sus respectivos centros, en el caso del mayor, el colegio de educación especial Carmen Picó.
«Los Servicios Sociales me han dicho que no tienen viviendas, pero la reparación de la casa puede tardar tres o cuatro meses, no sé qué vamos a hacer», comentó Ahmed, mientras recordaba que su hijo mayor se desplaza en una silla de ruedas y necesita una vivienda accesible, un finca con ascensor si se trata de un piso.
Los amigos de Ahmed también mostraron su preocupación por las dificultades que su mujer tendrá durante algunas semanas para atender a sus hijos, tanto al bebé como al mayor que precisa de un cuidado especial, debido a las heridas que el incendio le ocasionó en las manos.
Quemaduras en las manos
Como ayer informó Levante-EMV, una mujer de 32 años sufrió quemaduras en sus extremidades y la cara al tratar de sofocar el incendio declarado en su vivienda cuando se encontraba con sus dos hijos pequeños. La familia baraja la hipótesis de que un dispositivo electrónico conectado a la luz pueda estar en el origen del incendio. El fuego se inició en una habitación que ha quedado completamente destruida y se extendió por otras dependencias, si bien todas las estancias se han visto afectadas por el humo. «Lo hemos perdido todo, está todo para tirar», reiteraba ayer Ahmed, que afortunadamente tiene un trabajo estable en una conocida empresa.
