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Vida nueva para el barrio antiguo

El centro histórico podrá optar a ayudas tras aprobar el Consell el plan de protección

Vida nueva para el barrio antiguo

Tras casi quince años de trabajos y trámites, el centro histórico de Alzira ya tiene plan. La reciente aprobación por parte de la Comisión Territorial de Urbanismo del Plan Especial de Protección de la Vila supone un salto cualitativo para un conjunto histórico que ya cuenta desde el año 2004 con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). «Es como el Cum Laude, no hay más títulos en materia de patrimonio», resume el actual jefe del departamento municipal de Urbanismo, Miguel Vila, en su momento director de la Oficina de Rehabilitación del centro histórico hasta que fue desmantelada en 2003.

Con todo, la aprobación del Plan Especial tendrá una primera consecuencia práctica, ya que otorga al ayuntamiento una mayor autonomía en la concesión de licencias. Salvo en los edificios declarados BIC, en los que la Conselleria de Cultura se reserva las competencias, el consistorio podrá otorgar licencias de obra o rehabilitación, lo que evitará a los promotores la larga espera -dos años aproximadamente, según la queja generalizada- que este trámite genera en la conselleria. El área de Urbanismo prevé dar respuesta a este tipo de solicitudes en dos meses.

Miguel Vila subraya como otra consecuencia directa del Plan Especial para los particulares o empresas que quieran invertir en la Vila, que acaba con la inseguridad actual. Según explicó el técnico, la actual Ley de Patrimonio deja un gran margen para la interpretación y en función del técnico que resuelva un expediente puede imponerse un criterio u otro. «A partir de ahora -indicó-, cualquiera puede consultar en la web municipal el Plan Especial y saber lo que se puede y lo que no se puede hacer en un determinado edificio», señaló.

La propuesta para Santa Catalina

El Plan Especial, «de obligado cumplimiento», subraya Vila, también cuenta con un capítulo dedicado a la iglesia de Santa Catalina y contempla inicialmente la propuesta de reconstrucción de un absidiolo de la cabecera gótica del templo, al contar con diferentes elementos del mismo, que choca con la pretensión del párroco de reconstruir en ese punto la sacristía.

La aprobación de este documento llega en horas bajas para el centro histórico, ya que la crisis económica ha frenado las inversiones tanto públicas como privadas y, al mismo tiempo, la recuperación del barrio. El Congreso Comarcal de Arquitectura Tradicional y Patrimonio, Tradiarq, celebrado hace escasamente un año en Alzira, constató la paralización del proceso de recuperación del centro histórico. Tanto entonces como ahora, Vila mantiene que «estamos recogiendo lo que se ha sembrado antes».

El técnico defiende que contar con un Plan Especial abre la puerta a la llegada de subvenciones y se muestra convencido de que «si hay voluntad política y la gente se cree que tenemos un área importante, la Vila se puede recuperar».

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