La redacción del proyecto del Palacio de Justicia de Alzira implica que, pese a los años transcurridos desde que en 1996 el entonces conseller José Joaquín Ripoll anunciara esta infraestructura -con la previsión de iniciar las obras el año siguiente- y las promesas similares de otros miembros del gobierno valenciano, todo empieza de cero. La propia Gabriela Bravo comentó en aquella visita a Alzira que no tenía constancia de que existiera un proyecto, si bien en su momento se llegó a estimar en 12,4 millones la inversión necesaria para la obra y el equipamiento.