Las suaves temperaturas de este invierno y las moderadas pero continuadas lluvias propician la aparición de imágenes como esta de Sumacàrcer. El sector agrícola sufría las consecuencias de una fuerte sequía pero en las últimas semanas la situación ha cambiado. Algunas variedades de naranja de la segunda mitad de la campaña citrícola, las más tardías, ya lucen un tamaño y una intensidad de color impresionante. De hecho, su calibre no tiene nada que envidiar a las naranjas que, en circunstancias normales, habrían crecido dentro de unos meses. Este fenómeno se puede observar en varios rincones de la comarca.