Victoria del CAU València en su visita a Cullera en un partido más complicado para los de la capital de lo que el marcador en si acabó por reflejar. Cierto que la superioridad del equipo visitante fue clara pese a que fue el Inter quien comenzó el partido poniéndose por delante en el minuto cinco. Prácticamente en la jugada siguiente los visitantes se adelantaban en el marcador con una marca que fue transformada y que hizo que los locales sacasen orgullo hasta el punto de llegar a dominar el partido.

Pero en una jugada decisiva, en la que Gomis colocó el balón dentro de la zona de ensayo, y que el colegiado no llegó a apreciar, mal asistido por el juez de banda, hizo que los visitantes saliesen a la contra y que la jugada posterior acabase con la expulsión de Armen Hayrapetyan, con lo que los locales pasaron de poder ir por delante en el marcador a tener que disputar tres cuartas partes del encuentro con uno menos y con el segundo clasificado enfrente. Desde ahí y hasta el final del choque, superioridad total del CAU València que le servía a los de la capital para sumar una nueva victoria y mantener la segunda posición en la tabla.

Claro dominador

Si se observa con más detalle el choque se puede analizar una primera parte de claro dominio del CAU que, a base de juego y tres ensayos, uno del debutante Adrià Terol junto a Cooke y Andrew, marcó las diferencias a pesar de no estar muy acertado en el tiro a palos.

Los locales lograron avanzarse en el minuto 2 gracias a un golpe transformado por Facundo y también lograron un ensayo, por parte de Juan Matei, pero su ímpetu no fue suficiente ante la mayor calidad del juego visitante. El 11-22 al descanso definía el partido, con superioridad del CAU frente a la intensidad local. Una primera parte en la que los locales acabaron jugando casi diez minutos con tan solo 13 hombres por una expulsión temporal de un jugador.

La segunda mitad siguió con la misma tónica que la primera. Voluntad del Inter, con algunas fases dominando claramente al segundo clasificado, pero sin acierto dentro de la línea de 22 y con un CAU que sabía muy bien utilizar las contras fulgurantes, con una línea de tres cuartos jugando a la mano de manera clara y directa, sin horizontalidad y siempre adelante.

Dos ensayos en los primeros quince minutos del visitante Raga y de nuevo Cooke dejó la intención de reacción del equipo de Cullera en sólo eso, en intención. A un ensayo de Rubén Manzanera respondió el CAU con otro de Raga y en los minutos finales dos más de Blazy y Chel Ortega.

Los del Inter Cullera lo intentaron de mil maneras, pero esos ensayos visitantes en los últimos minutos llegaron por culpa de un bajón físico y mental del que se aprovecharon los visitantes.

Al final el marcador reflejaba un 16 a 58 que a todas luces no responde a lo que se pudo observar, sobre todo de ímpetu y deseo, en el Juan Palomares.

Esta semana será el desplazamiento a Hospitalet, ante un rival que debería de estar al alcance de los de la Ribera Baixa.