Una de las reclamaciones más importantes de Carcaixent está cada vez más cerca de cumplirse. Tras años de incertidumbre y de proyectos que parecía que se iniciaban pero luego se quedaban estancados, la ciudad verá en los próximos años como deja de estar aislada desde el punto de vista del tráfico rodado. Con la formalización del contrato para la redacción del proyecto básico del nuevo acceso norte a Carcaixent hasta la CV-50 por parte de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio se da un primer paso, pequeño pero necesario, para poder conectar la localidad con la autovía.
Durante muchos años, la localidad ha reclamado por activa y por pasiva contar con un acceso directo a la autovía. La propia conselleria admitió en el pasado que Carcaixent era la ciudad peor comunicada de la Ribera. De hecho, se trata del único municipio de más de 20.000 habitantes que carece de dicho acceso.
Durante los últimos años se han barajado diferentes alternativas. Una de las opciones que llegó a plantearse era construir una nueva carretera que fuese hacia Benimuslem. No obstante, se habría tenido que construir un vial que fuera por el aire, sujeto por pilares, para salvar las zonas declaradas como inundables por el Patricova. Aquel proyecto se descartó por su complejidad administrativa y económica. Otra de las alternativas que se encontraba entre las posibles era mejorar la carretera que, por la ermita de Sant Roc, comunica con Alberic.
Dificultades del terreno
Los técnicos de la conselleria ya trabajan, por tanto, en concretar la manera de llevar a cabo una opción que se considera mucho más viable. Se trata de conectar la zona norte de la ciudad (desde un punto todavía por concretar) con la rotonda del Molí del Borrego, donde arranca la autovía hacia Guadassuar. El proyecto básico que se elaborará durante los próximos meses estudiará las condiciones de un terreno que, a simple vista, es muy acotado. La distancia entre el norte de Carcaixent y dicha glorieta es reducida y, entre ambos puntos, se localizan el río, la vía del tren, alguna carretera y una serie de edificaciones e industrias que el vial debería salvar. Para ello, el Consell contempló un presupuesto base de licitación de 180.411 euros. No obstante, la obra requerirá de una inversión considerable y tardará años en materializarse.
Una vez el proyecto básico esté elaborado, se realizará el siguiente, que ya incluirá el itinerario concreto y todos los detalles sobre su construcción. Uno de los aspectos que deberá tener en cuenta es que se trata de una infraestructura que no sólo afecta a Carcaixent, si bien es la localidad más grande que la aprovecharía. Por ejemplo, la Pobla Llarga también se vería beneficiada por la conexión a la autovía. De ese modo, se tendrá que analizar el volumen de vehículos que circularían por este nuevo acceso y adecuarlo en consecuencia. Además de suponer una mejora para estos municipios, el vial ayudaría también a descongestionar la circulación en Alzira, que absorbe el tráfico rodado de los vehículos que se dirigen hacia la autovía.
