Los orígenes de la popular Joyería Revert -actualmente la marca comercial es Revert Joyeras- se remontan al año 1946 cuando Enrique Revert Sanz, después de aprender el oficio de relojero de la mano de Vicente Llorens, abre su propio taller de reparación y venta en Guadassuar. El taller ocupaba una pequeña habitación con escaparate en la calle La Pujaeta que le alquiló un reconocido sastre de la localidad, con quien compartía local. Unos años después, ya en la década de los cincuenta, inauguró en Alzira un nuevo establecimiento en el número 5 de la calle Mayor Santa Catalina: Relojería y Joyería Enrique Revert. Al nuevo proyecto se une su esposa, Teresa Guillart, modista de oficio, que impulsa la venta de joyas.
La expansión del negocio continúa en los años sesenta, con el traslado a un local más amplio en la misma calle. Se implanta un taller propio de joyería con Antonio Revert Sanz como responsable.
Uno de los hitos en la historia del comercio es el encargo que le realizó la Real Cofradía de la Virgen del Lluch para que diseñara las coronas de oro de la patrona con motivo de su coronación canónica en 1966. Estaban compuestas por joyas donadas por los ciudadanos.
La entrada de la segunda generación se consolida en los años ochenta cuanto Teresa Revert finaliza sus estudios de Gemología con la especialización en diamante, y Cristina los de joyería y engastado.
En el año 2002, con la jubilación de los fundadores se constituye Revert Guillart, SL, con la denominación comercial Revert Joyeras, y el negocio regresa a la anterior ubicación, ampliando sus instalaciones y creando un nuevo departamento de gestión con la apuesta de avanzar junto a las nuevas tecnologías pero mantener el trato cercano con los clientes.
