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La excepcional villa romana de l'Ènova sigue sin protección

El ayuntamiento emplaza a Cultura a que reconsidere su negativa de 2004 y promueva la declaración de BIC del yacimiento - Aboga por crear un parque arqueológico que incluya también las canteras y las carriladas

La excepcional villa romana de l'Ènova sigue sin protección

La villa romana descubierta en l'Ènova durante las obras de construcción de la plataforma del AVE en 2003 ha suscitado con el tiempo todo tipo de elogios por la singularidad e importancia del yacimiento -la posibilidad de identificar al patricio Publio Cornelio como propietario ha sido calificado por algunos expertos como algo excepcional- aunque, en su momento, la Conselleria de Cultura desestimó incoar un expediente para declararla Bien de Interés Cultural (BIC).

La resolución denegatoria alegaba que la solicitud del ayuntamiento incidía más en la afección de las obras que se iban a ejecutar que en las condiciones y singularidad del bien que se buscaba proteger. El consistorio pretende que la conselleria reconsidere aquella decisión y, casi catorce años después de la misma, ha elevado una nueva petición para que tramite la declaración de BIC ya no sólo de la villa romana, sino del conjunto arqueológico que conforma junto a las canteras de la misma época que se localizan a escasos 500 metros del yacimiento -que en la Edad Media se convertirían en una de las explotaciones de mármol más importantes de Europa- y las carriladas Iberorromanas que se conservan en el entorno -aberturas paralelas en las rocas por las que pasaban los carros de tracción animal que transportaban el mármol- con el objetivo de «garantizar la protección y conservación del patrimonio cultural valenciano», según la petición que el alcalde de l'Ènova ha registrado esta misma semana ante la Administración.

«La gestión que hizo la conselleria en su momento no fue la más apropiada para los intereses de l'Ènova ni de los valencianos, primaban unos intereses que no eran los culturales», apunta el actual alcalde de l'Ènova, Tomás Giner, mientras subraya que la también denominada Villa dels Alters o Villa Cornelius «es mucho más valiosa de lo que se consideró en el momento de su 'excavación arqueológica parcial de urgencia'» y detalla que, en base a las imágenes generadas por el georadar, «tan solo se ha excavado una tercera parte de los más de 10.000 metros cuadrados que se calcula que ocupa». Los arqueólogos recuperaron una serie de elementos entre los que destaca un impresionante pavimento o una inscripción votiva del propietario en el mármol de la cantera de Buixcarró y, tras la excavación, los restos de la villa fueron protegidos y enterrados de nuevo.

El Ayuntamiento de l'Ènova reivindica la declaración de BIC -«aunque en un primer momento no se esté en disposición de realizar inversiones», apunta el alcalde- como una forma de dar a conocer este parque arqueológico de época romana que puede convertirse en un atractivo turístico que contribuya a reactivar la economía de l'Ènova. Con todo, el ayuntamiento no duda en reivindicar que «valdría la pena hacer un esfuerzo para recuperar la vila, ya que se trata de un patrimonio digno de estudiar, conservar, divulgar y promocionar» y contempla la creación de un centro de interpretación, formación y visita que pueda resultar de interés tanto para estudiantes o historiadores como para turistas.

El ayuntamiento aboga por crear un parque arqueológico que incluya también las canteras vinculadas a la villa romana y las carriladas abiertas en las rocas.

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