«¿Existe vida después de la jubilación?». Ese es el dilema que se plantea la novelista María García Lliberós en su novela «La función perdida», un libro en el que la autora se mete en la vida del protagonista Emilio Ferrer, para narrar en primera persona un intenso relato vinculado a la corrupción política. «La función perdida es un monólogo disperso que puede acabar en tres historias diferentes vividas de forma simultánea». Así describió la novela el periodista y poeta Ferran Garrido, uno de los presentadores del acto junto al médico Javier García Conde. Ambos destacaron la frescura del relato y «la necesidad del lector de profundizar en el texto, un texto cargado de ironía y de buen humos para contar una historia real como la vida misma».

La autora del libro destaca de esta novela como «se vive con intensidad un momento en el que parece que desaparecemos a la vista de los demás, un momento en el que los propios personajes de nuestra etapa final de la vida parece que van mutando entre ellos. La intención que he perseguido con 'La función perdida', no ha sido otra que el lector llegue a sentir simpatía con el personaje y pueda en algún momento ver en el texto reflejados a gente de su entorno».