Es habitual en época estudiantil tener la sensación de que lo que uno aprende no le servirá en el futuro. Ante eso, tiene muy claro cómo enfocaría el sitema: «En la etapa infantil se debería educar para la vida, enseñarles a saber cómo vivir y tener ese poder personal que les permita afrontar todo tipo de situaciones», explica, a lo que añade: «A los niños hay que darles voz y escucharles, muchas veces cuando hablan se les manda callar y es muy importante saber qué es lo que quieren. Después, ya en Primaria, se deben introducir conceptos como la lectura o las matemáticas, pero no hace falta a edades tan tempranas. Cuanto más pronto no es mejor, no es necesario, la gente debe entender que se aprende igual después».