Desde la Administración, ¿cómo se ha buscado dignificar el sector cultural valenciano, pese a los escándalos que se dieron en las instituciones en legislaturas anteriores?
Nos hemos encontrado con una reputación muy negativa de la Generalitat y, en el sector cultural, agravado por la mala gestión del PP en legislaturas anteriores. Había problemas de todo tipo como deuda en las instituciones que afectaban a la credibilidad cultural. Lo que hemos intentado estos dos años ha sido limpiar la imagen y ordenar el sector público cultural. Creo que se ha recuperado la autoestima cultural de los creadores, artistas y del público, aunque lentamente, porque los hábitos de consumo son difíciles de cambiar.
Los últimos Presupuestos Generales del Estado catalogaron a la Comunitat Valenciana como la peor financiada. ¿Cómo se lucha desde la gestión cultural por una mejora en la financiación del sector desde el Gobierno central?
Existe una infrafinanciación y eso tiene una serie de consecuencias políticas y económicas más que evidentes; y en temas culturales, también. Ha sido una denuncia constante. Nosotros, desde el punto de vista territorial, recibimos menos financiación en cultura y en espacios culturales que otras comunidades autónomas; por ejemplo, para el ámbito patrimonial. Muchos museos de otras comunidades reciben subvenciones hasta diez veces superiores que las del IVAM. Todo esto lo hemos denunciado hasta en el propio Parlamento y lo que buscamos es revertir esta situación.
¿Cómo se crean nuevos públicos en el sector cultural?
Hemos recuperado gran cantidad de público en el teatro, danza, música o museos en estos últimos años. La idea es que el lema de democratizar la cultura sea una realidad, que cualquier persona tenga facilidades para consumir cultura y que se le ofrezca un producto de calidad. Así no sólo recuperaremos público, lo incrementaremos.
