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Alzira retomará la ampliación del espacio peatonal del centro urbano tras la Pascua

El ayuntamiento convoca a los vecinos de Pérez Galdós para explicarles cómo se desarrollará la segunda fase de obras que empieza el 1 de abril

Los peatones le volverán a ganar espacio a los conductores en Alzira antes del verano. El ayuntamiento iniciará el próximo 10 de abril la segunda fase de remodelación de la calle Benito Pérez Galdós siguiendo los pasos de la primera, realizada durante los meses de junio y julio del pasado año. Tras las nuevas obras, el tramo situado entre la calle Reyes Católicos y el cruce que separa las calles Lepanto y Francisco Arbona adoptará la misma imagen que el que parte desde la Plaça Major.

Las obras se iniciarán, eso sí, con un retraso respecto a las primeras intenciones del tripartito alcireño, cuyo objetivo era comenzar la segunda fase a principicios de año. No obstante, tras hablar con vecinos y comerciantes, se acordó esperar a que pasaran las Fallas y la Pascua al considerar que los meses que preceden a estos periodos festivos son propicios para los negocios y cortar una vía tan importante para el tráfico rodado podría ser pernicioso para sus intereses.

La principal diferencia entre la primera fase de obras y la segunda es el motivo que las promueve. La remodelación del tramo que va desde la plaza Mayor hasta la calle Reyes Católicos se hizo tras renovar la antigua red de alcantarillado. Por su parte, la nueva intervención se realizará únicamente por motivos estéticos, para unificar la imagen de la céntrica calle. Según ha explicado el ejecutivo local en varias ocasiones, esta modificación en el entramado urbano está motivada por un cambio de filosofía y de modelo de ciudad, que apuesta por crear espacios en los que el peatón no se vea abrumado por la masiva presencia de vehículos y pueda circular con menos dificultades.

En ese sentido, la obra contemplará exactamente los mismos cambios realizados en su fase anterior. Se ampliarán las aceras para que los peatones cuenten con un mayor espacio en detrimento de los medios de transporte motorizados. Cabe recordar que, en un principio, este segundo tramo de Pérez Galdós contaba con un único carril y con espacio para aparcamiento a ambos lados. Tras la colocación de unos maceteros gigantes, los espacios para estacionar los vehículos desaparacieron para que los vecinos se acostumbraran a que esa zona desaparecería en el futuro para el tráfico rodado. Igualmente, calzada y acera estarán al mismo nivel. Los vehículos y los peatones estarán separadas por los árboles, las jardineras y los bancos que se instalarán al borde exterior de las aceras.

De la polémica al agrado

En el pasado, las obras de Pérez Galdós llegaron a ser sinónimo de enfrentamiento y polémica. Las críticas de algunos comercios, amplificadas por los partidos de la oposición, generaron un ambiente de crispación en el que únicamente relucían los aspectos más negativos de cortar el tráfico y remodelar la calle. Pero a medida que avanzaron las obras, la polémica se diluyó cual aspirina efervescente en un vaso de agua. «En esta ocasión detectamos menos animadversión, la gente está más conforme y le gusta el diseño que se ha hecho», reconoció ayer a este periódico el concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual.

El área que encabeza Pascual ya ha iniciado una campaña informativa para dar los detalles a los vecinos y comerciantes de la zona que se cambiará, los cuales están convocados mañana, a las 20,30 horas, en el salón de plenos del ayuntamiento. Allí los técnicos del consistorio y de la empresa explicarán el procedimiento de una obra que se alargará dos meses y que buscará generar las mínimas molesteias a los afectados.

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