Una agresión a dos agentes de la Policía Local de Alzira que se disponían a identificar a un hombre que, al parecer, estaba increpando a las personas que en la tarde-noche del miércoles transitaban por el tramo final de la calle Pérez Galdós, provocó un espectacular despliegue policial que acabó con la detención del joven, que opuso una fuerte resistencia, según indicaron fuentes consultadas.

El incidente se produjo en torno a las 21 horas, después de que la central de la Policía Local recibiera varias llamadas alertando de la presencia de un joven con un comportamiento muy agresivo que estaba molestando a los peatones a la altura de la Plaça d'Alacant e incluso parando el tráfico. Unas patrullas se acercaron al punto indicado sin llegar a localizarle e iniciaron una búsqueda por la zona. Cuando dos agentes motorizados vieron a la altura de la calle Francisco Arbona a una persona que coincidía con la descripción que habían facilitado los testigos y se disponían a su identificación, éste se abalanzó sobre ellos, golpeando a un policía y provocando que una de las motocicletas cayera al suelo.

En ese momento ya se produjo un primer forcejeo, aunque la petición de ayuda por esta agresión en una tarde en que la Policía Local había doblado el personal del turno por otros servicios provocó que en unos instantes se concentraran siete patrullas en este mismo punto. Los agentes procedieron a reducir al joven que, según algunas fuentes, presentaba síntomas evidentes de haber consumo alcohol, ya que se mostró muy violento y opuso una fuerte resistencia.

Una vez reducido, los agentes le llevaron al centro de salud, donde el personal facultativo le administró un sedante y posteriormente al Hospital Universitario de la Ribera, donde quedó en observación hasta su posterior traslado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

El joven fue detenido por un delito de atentado a la autoridad por la agresión a los dos primeros agentes contra los que se abalanzó. Se trata de un joven con domicilio en la vecina localidad de Manuel.

Uno de los agentes de la Policía Local implicados sufrió escoriaciones como consecuencia de la agresión y el forcejeo posterior, mientras que la motocicleta que se precipitó al suelo presentaba algunos desperfectos.