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Agricultores de Benifaió ya permiten al cliente elegir la pieza que quiere en el campo

? César Baltasar y Xavier Ciscar ofrecen la venta directa al consumidor de verdura ecológica desde unas parcelas que cultivan en Almussafes

Agricultores de Benifaió ya permiten al cliente elegir la pieza que quiere en el campo

n Del campo a la mesa. Consumo de proximidad. Productos kilómetro cero. El Consell ha regulado por primera vez la venta directa desde pequeñas explotaciones agrarias y ganaderas al consumidor, sin intermediarios, y dos agricultores de Benifaió levantaron el sábado por primera vez la persiana ficticia de su nuevo negocio en el que el consumidor no sólo se lleva verduras frescas a muy buen precio, sino que también puede elegir sobre el terreno las piezas que más le llaman la atención. Se trata además de una producción con certificado ecológico.

«Hemos visto en otros países como Bélgica, Dinamarca o Suiza, que la gente va con su cesta de mimbre al campo y elige los productos que quiere. Se trata de una visita didáctica ya que, mientras los padres compran, los niños están en contacto con la naturaleza y el agricultor les explica que la lechuga no viene del supermercado sino de la tierra», relata César Baltasar, promotor junto a Xavier Císcar de esta experiencia que, cada fin de semana, pone en contacto directo al productor con el consumidor en unas parcelas ubicadas en Almussafes. «Queremos incentivar que el agricultor no esté supeditado a los comercios ni a las cooperativas y pueda vender sus productos por su cuenta», explica Baltasar.

Cebollas babosas, cogollos de lechuga, escarola, lechuga romana, col, col lombarda, brocoli,... son algunos de los productos que Císcar y Baltasar comercializan sin intermediarios bajo la marca «Llaurem» y entre los que sus clientes tienen la oportunidad de elegir en el campo. El consumidor escoge las piezas que más le gustan y ellos las recolectan delante de él.

Pendientes del tiempo

La experiencia arrancó en un fin de semana complicado, coincidiendo con las fiestas falleras, pero los tres días festivos contaron con la visita de consumidores que se interesaron por la iniciativa. La voz ha empezado a correrse. «A la gente le ha gustado mucho la idea, en el pueblo te paran, te preguntan y nos animan a seguir», comenta Baltasar, que augura un aumento progresivo de clientes, si bien muestra sus temores a que el mal tiempo depare un fin de semana poco fructífero.

Estos agricultores de Benifaió, que han hecho bandera de la producción ecológica y de la recuperación de variedades tradicionales desconocidas para el gran público, iniciaron su experiencia en el campo hace tres años y medio con la plantación de un par de hanegadas de «garrofó pintat», una variedad autóctona que siempre se ha vinculado a la paella, y de aquella experiencia nació una iniciativa que pretende conseguir una denominación de origen para el «garrofó pintat» con el objetivo de evitar su desaparición. Con posterioridad han incorporado a sus parcelas otros productos autóctonos como la «tomata pebre», el «fesol de careta» o las ñoras, entre otros. Baltasar y Císcar colaboran con el proyecto Traditom a través del cultivo de variedades de tomate en peligro de extinción que dan a conocer a los consumidores. Pero cada producto a su tiempo.

Objetivos de la nueva regulación

En estos momentos, la experiencia de venta directa al consumidor se centra en la verdura y la nueva regulación aprobada por el Consell para la venta en los denominados canales cortos les ha allanado el camino. El decreto que regula esta venta de proximidad de productos primarios y agroalimentarios destaca que se trata de «una forma de diversificar las fuentes de ingreso de las explotaciones agrarias y ganaderas», «incentivar la creación de microempresas asociadas al ámbito rural» y, a su vez, ofrecer a los consumidores productos de proximidad. El gobierno valenciano también alega que este tipo de venta «favorecerá el consumo de los productos de temporada» en la Comunitat Valenciana y «supone un impulso para la recuperación de la agricultura valenciana».

Son diversas las experiencias que acercan los productos del campo al consumidor sin intermediarios. Un ejemplo reciente tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento de València durante el mes de febrero con la tercera edición del mercado denominado «De l'Horta a la Plaça», en el que participaron más de medio centenar de agricultores con una gran aceptación.

No hay persiana ni mostrador, pero César Baltasar y Xavier Císcar también ofrecen en Almussafes esta posibilidad de comprar directamente del campo cada fin de semana con la opción de hacerlo en familia para que, como señalan estos agricultores, los niños también sepan que la lechuga no viene del supermercado sino de la tierra.

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