n La Hermandad del Ecce Homo de Gandia ha conseguido, por segunda vez en su historia, el indulto de un preso que cumplía condena por un delito contra la salud pública. El Gobierno español ha aceptado la petición de la cofradía gandiense, que desde hace 13 años ha presentado para cada Semana Santa la petición de que se conceda el indulto a un preso.

La primera vez fue 2013, cuando un joven fue indultado. Y ahora llega la segunda, en este caso en la persona de una mujer de Sueca que cumplía pena de tres años y seis meses de prisión por un delito contra la salud pública cometido en el año 2010.

Según señaló María José Tarrazó, hermana mayor del Ecce Homo, desde 2005 siempre se ha realizado la petición para conseguir el indulto. Ocurrió cuando, en aquella época, los miembros de la cofradía religiosa se preguntaron cómo podrían acentuar su acción social. Al ser una hermandad que escenifica el Juicio de Jesús y que en 1952 fue refundada por jueces y abogados de Gandia, entendieron que lo mejor sería solicitar ese indulto para personas que, con los informes del Centro de Reinserción Social de la cárcel de Picassent, pudiesen rehacer su vida tras haber sido encarcelados.

La noticia alegró a la hermandad. Así lo señaló la presidenta Tarrazó, quien destacó que la del Ecce Homo no es una hermandad tan numerosa como las otras que solicitan indultos.

La decisión del Gobierno ha obligado a convocar una reunión para organizar el que podría denominarse como acto de «liberación». Lo que sí se sabe es que la presa indultada desfilará en la procesión de traslado del Ecce Homo que se celebra la noche del Miércoles Santo. Al término de la misma, sin mostrar la cara ni revelar la identidad de la persona que vuelve a la libertad, se escenificará un acto de agradecimiento y de deseo de que la afectada se reinserte en la sociedad.

Así ocurrió en el Miércoles Santo del año 2013, cuando varias personas colaboraron en una emotiva ceremonia que abarrotó la plaza de Sant Josep y que consistió en la lectura de un poema sobre la libertad y el perdón escrito por el recientemente fallecido Marcel·lí Giner, así como la interpretación de varias piezas musicales.