Los problemas sanitarios también se han reproducido en la últimas semanas en el Marquesat, donde volvieron a vivir una situación que para nada les es novedosa: Encontrarse con una atención insuficiente. El servicio de urgencias del centro de salud de Catadau, que también recibe a pacientes de Llombai y Alfarp, careció de médico en tres ocasiones en apenas ocho días, una situación que los alcaldes de los tres municipios atribuyen a una cierta dejadez de funciones por parte de Ribera Salud por la finalización de su gestión del departamento de salud de la comarca. Los problemas se ha repetido durante años, principalmente en los periodos festivos y vacacionales. La empresa siempre creyó que la atención era óptima.