El agricultor de la Ribera tiene que hacer frente a una gran cantidad de obstáculos para poder sacar adelante una actividad productiva que es el sustento de buena parte de la comarca. Uno de ellos es la climatología. Las heladas más recientes provocarán una merma de la producción de la nueva cosecha de caqui que se situará entre el 30 y el 35 %, según las primeras estimaciones de la Unió de Llauradors.

Aunque el sector se muestra prudente sobre las consecuencias que tendrá en la próxima campaña, AVA fue el primer sindicato agrario en indicar que los daños se aprecian en diferentes tipos de cultivos. Los frutales de hueso (albaricoque, melocotón, nectarina, paraguayo, etc.), principalmente, pero también el caqui y las variedades más tempranas de cítricos y almendros, son los que se han sufrido unas mayores consecuencias debido al descenso brusco de las temperaturas registrado el pasado mes de marzo. El deterioro afecta tanto a las flores como a las brotaciones.

«Todavía es pronto para cuantificar la pérdida que supondrá para el sector», explicó ayer José Carlos Martínez, secretario comarcal de la Unió, a lo que añadió: «Una parte del daño provocado por las heladas se puede ver a simple vista, pero hay otra que se encuentra oculta y que no se percibirá hasta dentro de 30 ó 40 días».

Al respecto, señaló que, en la actualidad, pese a las temperaturas primaverales de estos días, «están cayendo muchas flores de los árboles de caqui debido a los efectos colaterales del frío», afirmó. Por ese motivo, incidió en que las próximas semanas serán las que determinen la magnitud exacta de los daños ocasionados por la helada en la comarca. «La flor que se ha quedado en el árbol no sabemos si se mantendrá y, finalmente, dará sus frutos», añadió José Carlos Martínez.

La incidencia del frío en la fruta varía según la zona de la comarca en la que se encuentren los cultivos, pero los daños se detectan en la práctica totalidad de la Ribera Alta, «desde Carlet hasta Villanueva de Castellón, en zonas concretas de todos los términos municipales», subrayó Martínez. «El grado de afección varía mucho según las poblaciones, pero todas tienen zonas en las que se ha llegado al 100 % ,ya sea Carlet, Benimodo, Rafelguaraf, Carcaixent, la Pobla Llarga o Alberic», destacó el representante de la Unió. Curiosamente, «puede haber un campo que tenga una afección del 50 % y el que se sitúa justo al lado no se haya visto dañado porque tiene una floración atrasada», añadió.

Precios similares

Con todo, Martínez señaló que las primeras previsiones, a falta de comprobar si la flor se mantiene en los árboles, situarían en cifras que rondan el 30 % la merma del caqui en la comarca. Un claro síntoma de que la pérdida será considerable, a juicio del portavoz de la Unió, se puede ver en el mercado: «Hay comercios que son conscientesde que habrá una merma de la producción y por ello buscan abastecerse, algunos ya están comprando caquis, cuarenta días antes que en la campaña pasada y a precios similares», adujo.

AVA, recordó que estas heladas se suman a las acontecidas a finales de febrero, que afectaron a unas 500 hectáreas según datos de Agroseguro, de manera que también se agravan las importantes mermas de producción que ya se esperaban en frutales de hueso.