? María Martí y Feliciano Navarro decidieron hablar con otras compañías eléctricas para recuperar la conexión en su casa después de comprobar en primera persona que el proceso se estaba demorando más de lo que hubieran imaginado. Los nuevos técnicos se presentaron en la vivienda para conocer su situación y analizar la instalación de su hogar. No obstante, no pudieron formalizar el contrato porque Iberdrola tiene un expediente abierto en el domicilio, un factor que bloquea la autorización de una nueva instalación. Han vuelto a llamar para avisar del error, pero les remiten a pagar la factura. Iberdrola asegura que existía una anomalía y habían sido avisados meses antes. La familia de Carlet se ha dado por vencida. Ha pagado el dinero que reclaman, pero tratarán de resolver su caso por la vía judicial.