La Séquia Reial del Xúquer se encuentra inmersa en las obras de modernización del regadío en la comarca. La construcción de la canalización supone un quebradero de cabeza para agricultores y para la propia institución, que pleitea en algunos casos hasta por 500 euros para abaratar los costes de las expropiaciones en el sector 23, situado en Algemesí. No obstante, en otras situaciones, las diferencias monetarias alcanzan varios miles de euros. El malestar en algunos de los propietarios es mayúsculo, si bien la corporación de derecho público entiende que su obligación es velar por «el interés de todos los regantes».

Cuarenta y tres parcelas se vieron inmersas en las obras de canalización del sector 23. La Séquia ofreció a sus propietarios alrededor de 63.000 euros por una expropiación forzosa de parte de sus terrenos, sobre los que se cavaría una zanja, se instalaría la tubería y posteriormente se taparía para posteriormente devolverlos a sus propietarios. Ante esta situación se produjeron varios escenarios: algunos aceptaron la propuesta inicial mientras que 36 recurrieron al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa para obtener una nueva tasación. El valor citado anteriormente se multiplicó hasta casi por tres.

La Séquia aceptó algunas de las nuevas valoraciones, pero se resistió a pagar a nueve de ellas y ha interpuesto recurso contencioso-administrativo contra la resolución.

Si bien es cierto que entre estos casos existen tasaciones con diferencias entre la oferta inicial y la consideradicón del jurado que alcanzan los ocho mil euros, tambén se dan situaciones como la del agricultor algemesinense Joaquín Esteve, donde el reajuste solicitado es de apenas 500 euros.

Campos inundados

«Es sangrante, los gastos a pagar en un juicio superan por mucho la diferencia de tasación», explicó ayer a Levante-EMV. Por su parte, el secretario de la Séquia, Juan Valero de Palma, aseguró que cualquier decisión que toma la entidad busca «defender al conjunto de los regantes» y se mostró abierto a «analizar casos personalizados con voluntad de alcanzar acuerdos». No obstante, defendió que en algunos de los casos se piden cifras que triplican la oferta inicial, lo que supone «precios desorbitados muy por encima del valor de mercado, alcanzando los 39 euros por metro cuadrado en los campos de caqui», y argumentó que los propios agricultores «son los beneficiarios de las obras».

Pero éstos no lo ven así en absoluto. Aunque no se oponen a la modernización del regadío, aseguraron sufrir un perjuicio continuado tras «una recepción que no es adecuada». Según denunciaron, algunos de ellos padecen inundaciones en sus parcelas, mientras que otros son incapaces de poder regar y ven peligrar su cosecha. También hay agricultores que criticaron la reposición de tierra por su alto contenido en rocas y su peor calidad.

Las obras de modernización del regadío en la comarca distan de estar completadas y este tipo de procesos marcan su devenir. «La Acequia es una entidad sin ánimo de lucro y todas estas expropiaciones se pagan con el dinero de los regantes. Ya tenemos programados los costes de todas ellas y estos casos pueden suponer un problema si sientan un precedente sobre los precios ya que podría duplicarse el coste de la modernización», aseguró Valero de Palma.