El Ayuntamiento de Sueca mantiene a raya su saneada situación financiera. La liquidación del presupuesto de 2017 refleja unos resultados que confirman la buena situación económica del consistorio. El gobierno local ha logrado reducir la deuda a la mitad.

Los números demuestran una evolución muy positiva. En los últimos cuatro años se ha rebajado 22 puntos. El porcentaje de endeudamiento ha pasado del 44,53% que se registraba en 2014 al 22,13% de 2017, una cifra que continúa muy lejos del 75%, el máximo legal permitido.

El consistorio de la capital de la Ribera Baixa mantiene hoy una deuda viva de 5,5 millones de euros, prácticamente la mitad que en 2014, y ha conseguido rebajarla en más de dos millones respecto al ejercicio anterior. La deuda por habitante también se reduce significativamente desde 2014, situándose actualmente en 200,71 euros, mientras que en 2014 era de 355,12 euros.

Sueca liquida el presupuesto de 2017 con un resultado presupuestario ajustado de 2,58 millones, una cifra ligeramente superior a la del último año resultante de la diferencia entre los ingresos y los gastos, una vez aplicados los ajustes correspondientes. A partir de aquí se derivan otros datos favorables al consistorio.

El Ayuntamiento de Sueca, por ejemplo, ha cerrado 2017 con un remanente de tesorería positivo de 3.736.287,06 euros, una cifra muy similar a la de 2016, «resultado del equilibrio en la gestión responsable de los recursos disponibles», según remarca la alcaldesa, Raquel Tamarit.

La capacidad financiera, en consecuencia, también ha sido mayor con un superávit consolidado de 1.929.291,22 euros, cerca de un millón más que en la última liquidación. Otros datos económicos revelan que el consistorio suecano ha dado un estricto ha cumplido estrictamente la regla del gasto y también el periodo medio de pago a proveedores.

La flexbilidad permitida ahora por el minbistro Montoro permitirá ahora destinar parte del superávit a proyectos que ya están valorados en cerca de 1.800.000 euros. «Aún así, consideramos que la autonomía local continúa sin estar garantizada porque el Estado todavía marca en qué se tiene que gastar el dinero que responsablemente ha ahorrado cada municipio», reprocha Tamarit.