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Una floristería de Carcaixent vuelve a ganar el certamen internacional de Italia

Los arreglos decorativos de los hermanos Lluesma logran un primer premio y dos segundos puestos en las tres categorías del concurso

Una floristería de Carcaixent vuelve a ganar el certamen internacional de Italia

Los hermanos Lluesma han puesto de nuevo el nombre de la Ribera en lo más alto del certamen internacional de arte floral celebrado en Italia. Allí, Juan y María José (el primero tiene su floristería en Carcaixent mientras la segunda regenta su negocio en Tous), se alzaron con una medalla de oro y dos de plata. Ambos, como representantes españoles, han repetido un triunfo que los Lluesma han conseguido ya en varias ocasiones en los últimos años.

En la primera de las categorías, los dos hermanos ribereños superaron al resto de competidores. El trabajo consistía en decorar un monumento histórico elegido previamente por los propios participantes. En una columna románica, confeccionaron su elaboración de manera meticulosa. «El jurado vio que no habíamos tocado nada, hicimos una estructura a su alrededor atada con hilos, por lo que respectamos el monumento», explicó ayer Juan Lluesma, a lo que añadió: «Gracias a eso, obtuvimos la máxima puntuación el premio de exteriores».

La segunda categoría les deparó un segundo premio que tenía un cierto sabor a medalla de oro. Su ramo de novia, con una estructura de tela caída con flores preservadas y flores naturales de colores fuertes, se quedó a un solo punto de la composición ganadora, elaborada por los participantes de Polonia.

Con la vista puesta en París

También se hicieron con una meritoria segunda plaza en la tercera de las categorías, dedicada a componer un vestido. Con la ayuda de una empresa de Tavernes que les facilitó el can-can, elaboraron varias capas que permitieron configurar toda la estructura del vestido, así como el collar y la diadema.

En 2015 y 2016, Juan Lluesma saldó su participación en el certamen italiano con un triplete histórico, ya que nunca antes nadie había conseguido vencer en las tres categorías durante dos años consecutivos. Pese a ello, el resultado de este año les deja con buen sabor de boca. «Es un orgullo seguir entre los primeros, el nivel es siempre muy alto y los rusos y los polacos no lo ponen nada fácil», afirmó Lluesma, que reconoció tener ganas de volver a repetir triunfos: «Uno nunca se cansa de ganar; antes, cuando no ganaba, me sentía a gusto simplemente por participar, pero luego te das cuenta de que ganar sienta mejor», bromeaba.

Consciente de que esto le ayuda a que su negocio crezca, ya está preparándose para su próxima cita competitiva, que será el mes de julio en París, donde el abanico de participantes se abre a todo el mundo y entran en liza los competidores más duros: los japoneses.

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