Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alzira derribará una decena de casas de la zona más degradada del Torrejó

El ayuntamiento ultima la adquisición de los dos últimos inmuebles de la calle Águila para proceder a la demolición y transformar los terrenos de esta parte alta en una área ajardinada

Alzira derribará una decena de casas de la zona más degradada del Torrejó

El derribo de una decena de casas que no reúnen unas mínimas condiciones de habitabilidad para crear una zona verde contribuirá a cambiar la imagen de la que, posiblemente, es la zona más degradada de Alzira: el alto Torrejó. El gobierno municipal ha asignado 23.000 euros para comprar los dos últimos inmuebles de la calle Águila -con anterioridad ya se habían adquirido o expropiado el resto- y se dispone a planificar la demolición de todas estas infraviviendas, según ha explicado el concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, que esta semana ha visitado esta barriada acompañado por técnicos de diferentes departamentos municipales.

El edil señaló que se trata de ejecutar un antiguo proyecto que contempla la creación de una zona verde junto a la parcela del bajo Torrejó en la que se pretendía ubicar el polideportivo -el PP trasladó finalmente este complejo a Tulell- y que, con este objetivo, se derribarán los nueve inmuebles de la calle Águila.

Fernando Pascual indicó que los técnicos de la Oficina Comarcal de la Vivienda también tratarán de averiguar la propiedad de las edificaciones más deterioradas de la calle Lince, contigua a la calle Águila, con el objetivo de «adecentar» este entorno donde hay viviendas ocupadas y, en algunos casos, en perfectas condiciones junto a casas abandonadas llenas de desperdicios y solares producto de derribos anteriores en los que ha proliferado la maleza.

Han sido varios los intentos de regeneración del barrio del Torrejó que el ayuntamiento ha impulsado en los últimos años con la compra y demolición de los inmuebles que se encontraban en peores condiciones en la parte más alta, que abarca las calles Lince, Águila y Tejón, y si bien se logró erradicar la conflictividad social, un estigma que acompañaba a esta barriada, los derribos puntuales de viviendas acabaron por dejar una imagen desoladora del alto Torrejó que se ha mantenido durante años.

El actual gobierno retomó esta intervención y el año pasado anunció su disposición a expropiar un primer grupo de viviendas de la calle Águila, que ahora se completará con las dos últimas casas. Fernando Pascual anunció que una vez pase por el pleno el acuerdo de compra y se abone el importe estipulado con los propietarois se procederá al derribo de todos los inmuebles de la calle Águila y a adecentar el pavimento de la calle Lince, de forma que resulte accesible desde la urbanización existente en torno al colegio Sagrada Familia que linda con el Torrejó.

El estado de degradación de esta zona contrasta con el emplazamiento privilegiado que ocupa, en la montaña, con unas estupendas vistas de la ciudad a sus pies.

Compartir el artículo

stats