Un grupo de vecinos del Passeig de Carcaixent y su entorno ha mostrado su indignación por el «descontrol» en la ocupación de la vía pública con terrazas de bares y cafeterías que llega a dificultar el acceso a las viviendas, la invasión de aceras por parte de vehículos mal estacionados o la práctica de todo tipo de juegos que ponen en riesgo a las personas mayores que pasean por la zona y la pasividad municipal para atajar estas conductas.
Los residentes han decidido hacer pública su queja al haber transcurrido un año de la reunión mantenida con el alcalde para exponerle las molestias que sufren prácticamente cada fin de semana sin que nada haya cambiado.
«No tratamos de cerrar terrazas de bares, impedir festejos, prohibir la circulación de coches ni impedir que los niños puedan jugar, sino que todas esas actividades tengan un límite: los derechos de los demás y el respeto mutuo», advierte este grupo de vecinos.
Los afectados señalan la ocupación de la vía pública por parte de los bares, más allá de la zona que tienen autorizada, como uno de los principales problemas en el Passeig: «Las consecuencias van desde no poder entrar en la propia casa sin tener que esquivar muebles, personas, niños corriendo... hasta suciedad, griterío y alboroto debajo de las ventanas en horas de descanso», relatan los residentes, mientras señalan que se trata de una situación «recurrente y no excepcional».
Exceso de ruido
Otra de las quejas que plantean es el exceso de ruido de algunos locales de ocio que, según apuntan, superan tanto los decibelios permitidos como el horario de cierre, así como por la presencia de grupos de personas que prolongan la velada en la calle perturbando el descanso de los vecinos.
Por otra parte, denuncian que pese a las señales que prohiben determinados juegos, «se permite abiertamente que se vaya en bicicleta, se juegue al balón en la zona peatonal, produciendo daños en las ventanas de las plantas bajas y en las puertas y, lo que es peor, perturbando el paso de personas que andan o pasean por la zona».
Estos vecinos recuerdan que el año pasado ya presentaron en el ayuntamiento 280 firmas reclamando soluciones a estas molestias que también trasladaron por escrito a todos los grupos políticos municipales sin que, aseguran, hayan recibido ninguna respuesta.
