? Tanto Reme como María José cobran exactamente 387 euros al mes por la Ley de la Dependencia, más 1.000 euros anuales por cuidar de sus hijas. No les da ni para pagar las actividades que les organizan para mantenerlas en la debida forma mental y física. Vega y Ana acuden varias veces por semana a fisioterapias y clases deportivas para mejorar su movilidad, ya que ambas sufren parálisis y rigidez que les impiden desarrollar sus músculos como las niñas de su edad. Eso les provoca también problemas gastrointestinales. Sus madres viven para ellas dentro de casa, con cuidados las 24 horas del día. Sus padres (en el caso de Ana no se ha hablado todavía de su padre-héroe, Juan Luis) lo hacen fuera, trabajando a destajo para ingresar un sueldo que palíe los gastos que no asumen las diferentes administraciones.