sirva esta columna a modo de reflexión en voz alta y sin ánimo de ofender a nadie en particular, sobre la propuesta que presenta el actual equipo de gobierno municipal de Alzira (Compromís-PSOE-EU) de aprobar el texto «refundido» (y van varios intentos) del Plan General de Ordenación Urbana que se inició por el anterior gobierno del Partido Popular.
Haciendo algo de historia, los alzireños recordamos por una parte la tramitación por el equipo de Bastidas de los distintos Planes de Actuaciones Integradas (PAIS) que pretendían transformar el término municipal de Alzira y la Barraca d'Aigües Vives con la recalificación de miles de metros cuadrados de zona rural en urbana para poder llevar a cabo la construcción de más de 20.000 viviendas, campos de golf y hoteles de alto «standing».
Todo aquel proceso, impulsado por el «boom» inmobiliario que arrastró a nuestras cajas de ahorros a la quiebra, finalmente no fue aprobado por la Conselleria de Urbanismo que, solamente a última hora y tras la condena de Europa, se atrevió a poner freno a la figura del Agente Urbanizador privado, amo y señor del urbanismo de nuestras ciudades.
De aquellos años vino la necesidad de revisar el Plan General de Alzira para intentar incluir los citados PAIS (que poco a poco iban cayendo) y, de forma paralela, incorporar nuevas zonas de expansión buscando zonas seguras frente al riesgo de inundabilidad de nuestra ciudad en la zona anexa a la carretera de Corbera, junto al Hospital de la Ribera principalmente.
Junto a ello, también nos encontramos con los convenios urbanísticos firmados con actuaciones en distintas zonas de la ciudad como es la zona de expansión de Tulell con más 5.000 nuevas viviendas proyectadas, con un diseño difícil de acometer con edificios de más de veinte alturas; de las torres de la plaza Cartonajes, y la ordenación y el convenio urbanístico que afecta a la parte baja del Torretxó.
Finalmente, tenemos el resultado del Hort de Redal, donde el ayuntamiento (es decir, todos los vecin@s de Alzira ) hemos tenido que abonar más de 12 millones de euros ( más de dos mil millones de pesetas) por una expropiación por Ley que al final no se pudo evitar.
Todos estos desequilibrios pensaba que debían ser estudiados, trabajados y explicados a la ciudadanía de Alzira antes de someter a votación del pleno un documento que, si bien se ha dilatado en el tiempo, no ha sido sometido a una exposición pública adecuada y que tanto proponíamos en nuestros años en el ayuntamiento con el Concierto Previo por ejemplo.
Creo que se ha perdido una oportunidad de haber trabajado en estos años pasados de crisis económica; en corregir los problemas que presenta el diseño de la ciudad y, en concreto, en estos espacios indicados, buscando alternativas que permitiesen compaginar los intereses de la propiedad privada (mayoritariamente en manos de los bancos los solares afectados) con el interés general de la ciudad.
No quiero particularizar en cómo se puede corregir la alta edificabilidad aprobada en Tulell y Cartonajes principalmente, pero es evidente que el ayuntamiento cuenta ahora con suelo público suficiente para trasladar parte de lo que sobra en una zona concreta a otra.
Manifestar que el Hort de Redal será la zona verde de Alzira y prácticamente todas las nuevas zonas de expansión de la carretera de Corbera y carretera de la Barraca tendrán sus jardines en el malecón, creo que no es lo más adecuado para una ciudad amable y sostenible (a pesar de ganar dinero el ayuntamiento por dicha transferencia que tendrán que pagar los promotores). Frente a ello, ¿por qué no buscar para este espacio un uso terciario, atractivo y compatible con nuestro Xúquer?, me pregunto.
Mantener el diseño residencial en Tulell como está aprobado sin cambio alguno, tampoco creo que permita una salida a corto/medio plazo a la construcción de esta nueva zona de la ciudad. ¿Por qué no un concurso de ideas de un nuevo diseño de Tulell?
Evitar la construcción de las tres grandes torres de Cartonajes pendientes, junto a las dos ya existentes, es un objetivo saludable y necesario. ¿Para qué tenemos los terrenos de la parte baja del Torretxó?
Pero nada de eso se presenta en el documento que se somete a votación del pleno del miércoles, donde se mantiene el mismo Plan que elaboró Bastidas y el Partido Popular sin mayores cambios.
Lo dicho, una oportunidad perdida para nuestra ciudad.
