El Instituto Fivir de medicina reproductiva de Alzira expande sus innovadoras técnicas. Las parejas femeninas que buscan un embarazo tienen la opción de elegir la maternidad compartida mediante un tratamiento de reproducción asistida con recepción de óvulos de la pareja, técnica que se ha visto incrementada en un 30% durante el último año, según datos que baraja el centro.

Se tratado del llamado método Ropa, una técnica de reproducción asistida en la que una de las mujeres aporta los óvulos, que son fecundados con semen procedente de un donante, y la otra lleva a cabo el embarazo. Esta técnica hace que las dos mujeres «sientan que participan de forma activa desde el inicio del embarazo», explicó ayer la doctora Marita Espejo, directora del instituto.

La especialista informa a sus pacientes que los bebés concebidos a través del método tienen la carga genética de la mujer que ha aportado los óvulos y del varón donante de semen, y, aunque la madre embarazada no haya aportado su ADN al bebé, sí puede influir de manera decisiva en la expresión del mismo. «En el útero materno se producen fenómenos de comunicación endometrio-embrión, algo que modula la expresión de los genes del propio embrión por parte de la mujer gestante», subrayó Espejo.

Las investigaciones en el campo de la epigenética desvelan que la mujer embarazada no sólo es importante para el crecimiento del embrión y después del feto, por lo que se considera tan relevante como el aporte de ADN.