Atendiendo a la demanda, en el mundo de la moda ser brillante no es suficiente. La importancia de las texturas, la variedad de los estampados, la capacidad creativa y la imaginación son estándares casi obligados en este arte. Son ingredientes que definen a Laura Daluna, una diseñadora de Alginet que despierta la admiración de los creadores de tendencia. En un panorama donde los ciclos de vida de la ropa son cada vez más cortos, la ribereña ha creado una firma emergente de primer nivel con sus impecables acabados, los tejidos seleccionados meticulosamente y su mezcla de colores. Estudió en València y Alcoi y terminó especializándose en patronaje industrial de mujer y por ordenador, además de completar distintos cursos, entre los que destaca el dedicado al «moulage», una técnica de corte y confección en la que se trabaja directamente sobre una persona o un maniquí.

Guiada por la estela de John Galliano, Zuhair Murad, Elie Saab y Santos Costura, ha logrado que su maestría la luzcan actrices y grandes artistas de la sociedad como Chenoa, Sandra Cervecera, Ivonne Reyes, Michelle Jenner o Elena Furiase, entre muchas otras. «Que gente a la que admiras apuesten por llevar tus diseños es un sueño hecho realidad. Siempre pretendo que se sientan guapas y especiales. Me gusta que la persona que viste un Daluna se sienta única», aseguró.

Al ritmo del pulso creativo y no del económico, Laura Alemany, su nombre oficial, define su estilo como muy femenino y defiende su trabajo. «La mayoría de las veces llevan escotes en la espalda, con muchas asimetrías y detalles artesanales. El proceso de un diseñador desde que tiene el tejido entre sus manos, dibuja el boceto, realiza el patronaje y la confección es, sin duda, una obra de arte. No me gusta que las personas le den poco valor a una prenda. La sociedad está malacostumbrada a convivir con la moda barata y eso ha provocado que no se aprecie todo el trabajo que hay detrás de un vestido hecho a mano», explicó Daluna.

Sin límites

Pese a no haber desfilado en ninguna de las principales pasarelas de moda del país, ha colaborado junto a otros diseñadores en eventos patrocinados grandes marcas y otros certámenes nacionales. «Me considero valiente y luchadora. Creé mi firma en 2010, en plena crisis económica y cansada de buscar ofertas de empleo. Empecé sola y sin ninguna ayuda y todo lo conseguido ha sido gracias a mi esfuerzo y empeño. Mantenerse es muy complicado y triunfar parece una utopía. Hay mucho talento y muy pocas ayudas. También competencia, pero es sana, ya que cada uno tiene su estilo y su público. A mí me encantaría vestir a las actrices Diane Kruger y Emma Stone. En España me decanto por Maribel Verdú», afirmó la diseñadora de Alginet.

Sea lo que venga, su firma parece estar llamada a dejar huella en el mundo de la moda. Lo demuestra la comunidad de más de 10.000 personas que sigue a Daluna en las redes sociales. «La calle va dictando las tendencias y todo lo que sucede en nuestra sociedad influye en ello. Ahora también juega un papel muy importante la tecnología. Estar presente en Internet es muy importante y si es a diario, mejor. Empecé con Facebook y ya estoy en otros sitios como Twitter o Instagram. Hay que adaptarse a lo que demanda la clientela e ir moldeando el estilo personal de cada uno. Al final, el presenciar un desfile en vivo y en directo y comprobar el movimiento de las prendas es de lo más bonito que hay, pero de nada sirve diseñar si nadie compra tus productos», finalizó.