El intenso olor a marihuana que a diario envuelve las calles de l'Alquerieta, llegando incluso a causar molestias en un colegio ubicado en la parte alta del barrio, había provocado las quejas de los residentes. «Según hacia donde vaya el aire huele más o menos, pero es el pan nuestro de cada día», relataba un vecino días atrás a Levante-EMV. Un despliegue coordinado por la comisaría de Alzira-Algemesí barrió ayer la calle Alonso de Ojeda para registrar media docena de inmuebles.

Los agentes desmantelaron dos plantaciones de marihuana y detectaron otras dos casas habilitadas como invernaderos en las que ya se habían cortado y sacado las plantas. Se da la circunstancia de que el dispositivo policial provocó que un residente en la calle reconociera a los agentes que cultivaba marihuana en su casa, al descubierto, y entregó voluntariamente un centenar de plantas. El balance de la operación de ayer fue de 300 plantas de marihuana incautadas y un detenido, aunque no se descarta que se produzcan más arrestos.

La operación desplegada por la mañana se centró principalmente en viviendas deshabitadas, que en algún caso se encontraban incluso tapiadas, y habían sido ocupadas para utilizarlas como invernaderos para el cultivo de marihuana. Unas, tras derribar los ladrillos que bloqueaban la puerta principal y sustituirlos por un cierre diferente, mientras que, en otras, a través de la apertura de un acceso por otro lugar el inmueble. Cabe señalar que una de las plantaciones se localizó precisamente en la casa en la que el año 2006 se produjo el tiroteo que acabó con la vida de cuatro miembros del clan de los Kung Fu.

Cuatro coches patrulla y media docena de motocicletas del Cuerpo Nacional de Policía se desplegaron por la mañana en l'Alquerieta tras las quejas recibidas por el fuerte olor a marihuana que suele haber en todo el barrio y que había llegado a afectar al colegio de la Sagrada Familia, ubicado en la parte más alta del barrio. No obstante, la investigación dirigió el dispositivo a la calle Alonso de Ojeda ante la sospecha de que era uno de los posibles focos de este fuerte olor.

Un caballo en una casa

Los agentes encontraron plantaciones ya desmanteladas en dos de las tres casas registradas en el lateral de los números pares. La presencia de macetas, focos y otros equipos para propiciar el rápido crecimiento de la marihuana revelaba un uso reciente. Las tres viviendas presentaban enganches fraudulentos a la red eléctrica y en una de las casas había incluso un caballo. Cabe señalar que estos invernaderos suelen estar operativos durante todo el año y permiten realizar nuevas plantaciones cada tres meses, aproximadamente.

En el otro lateral de la calle Alonso de Ojeda, en concreto en el número 5, se localizaron alrededor de 200 plantas de marihuana, mientras que los dos inmuebles colindantes, que también fueron revisados por la fuerza de seguridad, se encontraban vacíos.

Cabe señalar que a esas 200 plantas hay que sumar las alrededor de cien que un residente entregó a la policía al sentirse descubierto por la numerosa presencia de agentes en la calle.