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Carcaixent estudia instalar cámaras en los parques para frenar el vandalismo

El mobiliario urbano de zonas infantiles y parques registra varios destrozos en apenas dos días También ha aparecido arrancada una papelera

Carcaixent estudia instalar cámaras en los parques para frenar el vandalismo

El vandalismo pone en jaque a los ayuntamientos y a su economía. Reponer el mobiliario urbano que los vecinos más incívicos destrozan por puro ánimo destructivo supone un gasto de miles de euros para las arcas públicas todos los años. Varios municipios se han planteado instalar cámaras de vigilancia en los parques y zonas de ocio para frenar la delincuencia y Carcaixent es el último que baraja esta posibilidad tras registrar dos actos vandálicos con daños considerables con apenas dos días de diferencia entre uno y otro.

El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, explotó en sus redes sociales ante los acontecimientos recientes: «¿Qué pasa por la cabeza de algunas personas para actuar como vándalos y destrozar el mobiliario urbano? ¡Salvajes! Hacéis daño por hacer daño y obligáis a gastar dinero que pagamos entre toda la población».

No es para menos, ya que en pocos días el ayuntamiento ha registrado varios destrozos, según explicó el propio alcalde: «Primero reventaron los baños del parque Navarro Darás, el jueves por la noche, y el sábado rompieron un tobogán de una zona ajardinada». Concretamente, la situada frente a la piscina cubierta. «Para causar daños así tenía que haber más de una persona y hacerlo a conciencia. Es algo muy escandaloso, vandalismo puro y duro», añadió Salom. La máxima autoridad municipal apuntó que también se ha detectado una papelera arrancada del suelo y que, de vez en cuando, aparecen calles en las que se han destrozado todos los retrovisores de los coches aparcados.

«No sé que le puede pasar por la cabeza a la gente que comete estos actos, seguro que ni siquiera se plantean que ellos también pagan la reposición del mobiliario urbano», expuso Salom, que apuntó a una serie de factores en común entre ellos: «Normalmente se producen en zonas bastante aisladas, se amparan en la hora y en la oscuridad, de modo que pocos vecinos pueden verlo y cuando lo hacen, la policía nunca llega a pillarlos en el lugar».

Tras sanear la zona infantil y retirar el tobogán completamente destrozado, el consistorio lo repondrá. No obstante, dado su elevado coste, no ha especificado cuando podrá llevar a cabo la instalación de uno nuevo.

«Seguramente valga la pena»

Los propios hechos en sí y la circunstancia de que se hayan producido en un espacio reducido de tiempo ha obligado al ejecutivo local a pensar en posibles soluciones para frenar el vandalismo en Carcaixent.

«Valoramos la posibilidad de poner cámaras, era una cuestión que hace una semana no estaba en nuestra agenda, pero ha entrado de lleno tras los acontecimientos. Varios concejales hemos hablado sobre el tema y seguramente valga la pena instalarlas. Hasta ahora no habíamos tenido la necesidad de planteárnoslo; además, hay que tener en cuenta que es un proceso que legalmente es complicado», explicó Salom.

Varios ayuntamientos de la comarca han llegado a la misma conclusión. Càrcer ha instalado sistemas de vigilancia en zonas estratégicas de la localidad mientras que Villanueva de Castellón también tiene en marcha los trámites burocráticos que permitan ubicar las cámaras en el término.

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