Los excesos verbales se pagan, sobre todo, si incluyen algún improperio dirigido a una agente de la autoridad. El Ayuntamiento de Alzira ha impuesto una sanción de 500 euros a un vecino que insultó de forma grave a un policía local que el pasado mes de enero trataba de asistir a una persona que mostraba síntomas de embriaguez. Los agentes emitieron la correspondiente denuncia por una infracción de la Ley sobre Protección Ciudadana y el expediente sancionador tramitado se ha cerrado, sin que el implicado presentara alegaciones en su defensa, con la imposición de una multa de 500 euros.
El incidente se produjo en la calle Camilo Dolz alrededor de las 22 horas cuando los agentes se disponían a prestar un servicio humanitario. En concreto, la patrulla se había desplazado a un establecimiento público para atender a una persona que se encontraba mal, supuestamente, por una elevada ingesta de alcohol. Uno de los allí presentes, según la denuncia formulada por la policía, se dirigió al agente de forma repetida hasta cogerle de los brazos. Según el relato de los hechos de la Policía Local, éste le respondió que no era necesario que le cogiera para hablar con él, lo que obtuvo como respuesta un «qué hijo de puta eres».
Falta de respeto y consideración
Los agentes cursaron una denuncia por faltar al respeto y consideración de los miembros de las fuerzas de seguridad en el ejercicio de sus funciones. El expediente cursado tipifica este insulto como una infracción leve de la Ley de Seguridad Ciudadana, lo que ha derivado en una multa de 500 euros, según la resolución aprobada recientemente por la junta local de gobierno.
No es habitual, pero tampoco es la primera vez que el Ayuntamiento de Alzira sanciona gestos de desconsideración e incluso insultos hacia agentes de la Policía Local cuando atendían un servicio, si bien en anteriores ocasiones el importe de la sanción que se fijó, dentro de la horquilla que contempla la normativa para estas infracciones leves, fue algo inferior.
Este tipo de incidentes suele producirse a altas horas de la madrugada, cuando los efectivos de las fuerzas de seguridad acuden a servicios en los que hay gente que ha consumido alcohol. El caso que ha derivado en esta última sanción, no obstante, tuvo lugar el pasado 13 de enero poco antes de las diez de la noche.
