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Impugnan la votación que mantiene la jornada partida en el Cervantes de Algemesí

Un grupo de madres detecta en el censo familias que, a su juicio, no debían participar en el proceso

Un grupo de madres de alumnos del colegio público Cervantes de Algemesí ha presentado un recurso de alzada en la Conselleria de Educación contra el proceso de votación de jornada continua, celebrado el pasado 25 de abril. A su juicio, el procedimiento estuvo marcado por una serie de irregularidades, principalmente en lo que al censo se refiere, con más personas de las que deberían haber votado. El colectivo promotor del recurso, que aglutina a más de un centenar de familias, asegura que el proceso «ha enfrentado familias y profesores, provocando fisuras que pueden ser permanentes».

La jornada de votación en el colegio Cervantes se saldó con 296 votos a favor de la jornada continua y solo 40 en contra. Se contaron 336 papeletas y se necesitaban 308 votos para unificar el horario (el 55 % del total llamado a participar), por lo que el proceso determinó que el centro mantendría la jornada partida, como hasta ahora.

Un grupo de madres descontentas con el resultado considera tras analizar «punto por punto» el procedimiento llevado a cabo en el colegio que ha habido «irregularidades». El censo definitivo aplicado en la votación es lo que provoca un mayor recelo ya que, según explicó una de las madres a Levante-EMV, «figuran padres y madres cuyos hijos están en sexto y, por tanto, no estarán el próximo año en el centro, otros que llevan años fuera e, incluso, alguno que no tiene la tutela de sus hijos». Son, por tanto, «unas listas que no se adecuan a la realidad del centro», añadió. Según sus estimaciones, «si se hubiera quitado toda la gente que no debía estar, el resultado sería distinto».

La presentación del recurso, no obstante, también ha generado una cierta inquietud en el centro. «La próxima semana se abre el plazo de matriculación y la conselleria tiene hasta tres meses para contestar», explicó esta misma madre.

«Injusta»

El colectivo manifestó que el proceso se rige por «una normativa que da más valor a los que no ejercen su derecho a voto» y que, por ese motivo, «es una votación injusta». «Hay familias que, por desgracia, no se arriman a la escuela para nada y que, en este caso concreto, tampoco lo han hecho. ¿Cómo puede ser considerada su dejadez y desinterés por la educación de sus hijos un 'no' en un tema que consideramos importante?», cuestionó.

Pese a la crispación en el ambiente del colegio, el grupo de progenitores que ha presentado el recurso contra el proceso de votación aseguró que su batalla particular «no es contra el centro, sino contra la conselleria, que ha hecho que el proceso sea casi inalcanzable incluso cuando 296 padres votaron por el sí, mientras que 40 votaron que no», afirmó otra madre.

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