Los poetas satíricos reconocieron ayer en Alzira que su labor está condicionada por el temor a malos entendidos. Según coincidieron ayer los participantes en el debate que se enmarcó en las Jornadas de Fallas y Creatividad impulsadas por la Universitat de València en colaboración con el ayuntamiento de la capital ribereña, el límite se encuentra en hacer una crítica sana con buen gusto y que respete los valores democráticos universales y los derechos humanos.

No obstante, la situación actual en la que numerosos artistas han estado en el punto de mira de los poderes públicos por sus creaciones, ha causado cierta desazón entre los artistas, que se sienten intimidados y ven coartada su libertad plástica. «Estamos sufriendo una involución alarmante. Nosotros solo nos dedicamos a retratar la realidad en la que vivimos. La sátira es la voz del monumento. Es literatura», aseguró Toni Lluís Martínez, poeta y activista fallero de Alzira.

La duda sobre si la libertad de expresión que hasta ahora ha caracterizado a las fiestas josefinas se ve amenazada la despejó de manera tajante Salvador Bolufer, quien está considerado el padre de la sátira fallera. «Se ha perdido mucho en los últimos años. La censura en la época franquista me parece una broma con lo que estamos padeciendo ahora. Estamos en terrenos lamentables. Una persona que se dedica de manera continuada a esto y tenga sentimientos y un mínimo de formación evitará caer en tópicos que puedan resultar molestos para una comunidad. Nuestra función se limita a denunciar las injusticias con un toque de humor», explicó Bolufer.

En la misma línea se mostró el también poeta Enric Ferrús, el cual centró su discurso en el papel que juegan dentro del mundo de las fiestas del fuego. «Somos críticos con todas y todos. Es nuestra base y es un vehículo de expresión popular. Estamos aquí para describir la imbecilidad de la sociedad y los políticos. Observamos la realidad y la transmitimos en versos y prosas. Bajo mi punto de vista, los descarados tienen que estar retratados», puntualizó.

La mujer en escena

Otro de los temas que se trató en la mesa redonda fue el papel de las mujeres como poetas satíricas, recordando a Violeta Pellicer y Emilieta por ser las primeras que decidieron iniciarse en el mundo de la crítica fallera en Alzira. «Hay miedo por lo que pueda decir la gente. Deberían sacar su fuerza y valentía. Tienen que aprovechar que la sombra machista se está diluyendo para ir abarcando nuevos ámbitos. El problema es que se ha vinculado desde los inicios a los hombres. Es complicado romper el hielo cuando no hay costumbre de hacer una cosa», sentenciaron los especialistas.