El Viscoconfort Maristas Algemesí no pudo lograr el ascenso a la categoría de plata del balonmano español. Los colegiales completaron una fase final de mucho mérito ante equipos de gran nivel, sumando dos empates y una derrota que no fueron suficientes para acabar como primeros de grupo. Sin embargo, el pabellón 9 d'Octubre se llenó para presenciar una ronda con balonmano en mayúsculas.
La primera jornada dejó momentos de nerviosismo en el Algemesí, que no encontró su juego ante el Safa de Madrid. Salva Sales desde la portería y Ximo Martínez en ataque mantuvieron vivos a los ribereños, beneficiándose en muchas ocasiones de las fijaciones y la continuidad en el lado izquierdo del ataque, donde Padilla estaba muy vigilado. Al final, empate. En el otro partido Adrianenc, el triunfador del sector y equipo que jugará la próxima temporada en categoría plata, venció a Anaitasuna.
El sábado llegó la primera derrota en casa del Algemesí, precisamente contra los jugadores del Anaitasuna. Cuando mejor pintaba la cosa (con un marcador de 24-21 a falta de 4 minutos), el equipo navarro abrió la defensa y encadenó muy buenas acciones en ataque que dinamitaron el partido. Parcial de 0-5 que fue demoledor para los ribereños. En el segundo partido, el Sant Martí Adrianenc se impuso al Safa con mucho oficio.
En la última jornada, ya de carácter intrascendente por el ascenso ya cantado del Sant Martí Adrianenc, el Anaitasuna se impuso al Safa. El Algemesí demostró que quería la victoria para despedirse así de la mejor manera posible de la temporada y de su afición. Primera parte igualadísima en la que los dos equipos conseguían pequeñas rentas de 1 o 2 goles.
En la segunda parte, más de lo mismo y momentos en los que las defensas y los dos porteros ganaron la batalla a los ataques. Carlos Miquel penetró en la defensa rival y, después del rebote que cazó Montrull desde el pivote, se pudo empatar en el último instante de partido.
«Empieza un sueño»
Según expone el miembro del club Adrià Machí: «Termina un sueño, pero por qué no? empieza otro. Otro sueño que tiene que ser igual de ambicioso, que tiene que tener como meta volver a estar entre los mejores de la categoría, todo un lujo y toda una responsabilidad. Nunca hemos dicho que haya sido fácil o que lo vaya a ser en un futuro. Hacen falta muchas horas de trabajo del equipo técnico (y tenemos que reconocer el trabajo de Moriana y de Edu en este punto), patrocinadores que apuesten por este deporte, una directiva que intente avanzar siempre, mucho esfuerzo y dedicación por parte de jugadores y que cada quince días el 9 d'Octubre esté lleno hasta arriba de socios, padres, madres, aficionados, chicos y chicas de la base. Sólo uniendo estos factores clave podremos vivir momentos mágicos como el vivido al final del partido del domingo todos juntos en la grada con los brazos arriba o tantos otros disfrutados este fin de semana, donde la ciudad de Algemesí ha vuelto a respirar balonmano, en mayúsculas».
